Bolsa, mercados y cotizaciones

El 'dragón chino' comienza a dar signos de su despertar

  • La Bolsa de Shanghai empieza su recuperación

La encuesta mensual de marzo de gestores de fondos de inversión elaborada por Bank of America puso las cartas sobre la mesa. El optimismo de los mercados desarrollados contrasta con el pesimismo de los emergentes, donde se acumulan las mayores posiciones cortas de estos vehículos de inversión. ¿Qué significa esto? En realidad es sencillo, que los fondos están vendidos allí y que en algún momento tendrán que recuperar sus activos.

En el caso de China, las esperanzas bajistas parecen agotarse por momentos a medida que se confirman los soportes, por lo que podría ser el momento en el que estos fondos deshagan sus posiciones cortas. Este suelo que ha marcado la cotización del CSI 300 de la Bolsa de Shanghai y su posterior rebote podría indicar un cambio de tendencia. Conviene distinguir los mercados de Hong Kong, que es el foco principal de los inversores internacionales, y el de Shanghai, donde mandan los accionistas locales.

China ofrece al mercado todas las características opuestas a las de los países desarrollados: una economía que genera numerosas dudas (de crecimiento, del sistema financiero...), pero con un mercado que ha corregido y que deja muchos activos en precios atractivos. La elección desde Ecotrader ha sido incorporar al radar al Shanghai Stock Exchange A, ante "la pauta de libro que propone, y que podría ser la primera pata de algo más amplio que dependerá de la superación de los 2.300 puntos", explica Carlos Doblado, estratega de Ágora A.F. Las opciones que plantea el experto para viajar al país pasan por "el índice CSI 300, que tiene un futuro cotizado en China, o bien un ETF de Deutsche Bank cotizado en Nueva York".

Doble rentabilidad

A la notable corrección del mercado del país asiático se une la caída de su divisa en las últimas semanas, promocionada por el Banco Popular Chino (PBOC), que está decidido a dar más pasos para liberalizar su cotización. La entidad ha ampliado la banda de fluctuación de la divisa hasta el 1 por ciento, lo que supone otro paso más hacia una flotación más limpia.

En este contexto, la decisión del PBOC de depreciar el yuan se centra en un doble objetivo, según indican los analistas, pero que podría tener un recorrido de corto plazo, para volver a apreciarse posteriormente. En primer lugar, la entidad busca mostrar que la divisa no es una apuesta de una sola dirección, esto es, que no es un activo que sólo sube. De este modo, pretenden ahuyentar a los especuladores y conservar sólo a los inversores que buscan valor y que pretenden quedarse un tiempo en el país. Por otra parte, quieren introducir algo de volatilidad antes de seguir ampliando la banda de fluctuación que permiten a la moneda.

A pesar de la debilidad que ha mostrado el yuan en las últimas sesiones, la demanda sobre la divisa sigue siendo elevada, principalmente porque el país sigue acumulando un fuerte superávit comercial que tira del tipo de cambio al alza. Pieter Oyens, jefe de Inversiones en Asia/Pacífico de BNP, espera que el yuan vuelva a apreciarse en los próximos meses, aunque advierte que "habrá más volatilidad que en los últimos años". En cualquier caso, no duda del buen comportamiento del yuan, lo que podría garantizar una doble rentabilidad.

Sin embargo, la apuesta por China en estos momentos sería de un riesgo notable dadas las incertidumbres que muestra su mercado. La base de las dudas se sienta sobre el elevado endeudamiento de algunas administraciones locales y de un buen puñado de empresas que amenazan con más defaults en el país, algo que era desconocido en el gigante asiático, pero que en lo que va de 2014 ya suma tres impagos. Una situación que empeora ante la restricción de crédito en el país fomentado por las autoridades gubernamentales, que pretenden reducir el tamaño del sistema bancario en la sombra.

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