
Según los resultados publicados en la encuesta Global Investment realizada por Legg Mason entre inversores con más de 200.000 dólares disponibles para invertir, más un 43% de los inversores españoles planea entrar en el mercado de renta variable a lo largo de los próximos doce meses.
Pese a ello, el peso de la bolsa en la cartera de los inversores españoles se mantiene por debajo de la media global al representar sólo un 22% frente al 25% del resto del mundo.
"Es el paso natural" afirma Javier Mallo, corresponsable de Legg Mason para España y Portugal. "En cuanto asignación de activos" continúa el experto, "una vez se ha pasado del efectivo a la renta fija, el siguiente paso es incrementar el peso en renta variable". Y es que según informan desde la gestora de fondos, aún no es demasiado tarde.
"Si se observan los flujos que hay hacia renta variable en otros países se puede ver que existe muchísimo dinero 'apartado' con intenciones de seguir aumentando el peso de la renta variable en la cartera. De hecho, se puede ver que cada vez que hay una corrección en el mercado, aumentan los flujos, algo que nos indica que esta tendencia va a seguir a largo plazo" señalaba Mallo en la presentación de los resultados de su estudio Global Investment Survey.
Por contra, únicamente un 9% de los inversores en España pretende reducir su exposición a renta variable en los próximos 12 meses según los resultados de la encuesta llevada a cabo entre diciembre de 2013 y enero de 2014, y elaborada para conocer las preferencias y tendencias de inversión en las distintas áreas geográficas.
España abandona el conservadurismo
Por otro lado, los inversores españoles han dejado de ser los segundos más conservadores de Europa para pasar a ser los novenos. Ahora, países como Bélgica, Brasil, Suiza, Francia, Chile, Alemania, Australia o Italia se encuentran por delante de España en este particular ranking. Se trata de un salto importante que refleja el cambio de actitud en nuestro país.
No en vano, según la misma encuesta publicada hace justo un año (en el ejercicio 2013) España ocupaba la segunda posición en este sentido, sólo por detrás de Alemania, que ahora se encuentra en la sexta posición. Es decir, los inversores nacionales han dejado de lado el conservadurismo en contra de lo que ha ocurrido en otras naciones en las que ahora los inversores con un perfil de riesgo conservador representan un mayor porcentaje.
En este sentido, otra de las conclusiones sacadas de la encuesta es la mayor asunción de riesgo por parte de aquellos inversores que tienen un asesor financiero. Es decir, se da un mayor porcentaje de inversores con un perfil de riesgo agresivo entre aquellos que tienen contratados los servicios de un profesional que entre aquellos que no lo tienen.
Inversiones alternativas
Según afirman desde Legg Mason, la cultura financiera sigue en aumento en España, sobre todo entre aquellos que disponen de los servicios de un consultor profesional.
Este hecho favorece que haya aumentado el peso en la cartera de los inversores de los productos con estrategias alternativas, es decir, de aquellos que no sean renta variable o renta fija. Y es que, según la encuesta, en 2014 la asignación a activos alternativos representa ya un 8%, duplicando así el porcentaje de 2013 cuando representaba sólo un 4%.