
La entrada en vigor de la tasa Tobin en enero de 2015, una posibilidad anunciada este miércoles por el ministro de Economía, Luis de Guindos, convertiría a Europa en "territorio hostil" para los inversores, según los analistas consultados por elEconomista.
Esta medida, que gravaría con un 0,1% las transacciones de acciones y bonos y con un 0,01% las de derivados, se aplicaría de forma "gradual", según explicó De Guindos, en España y otros diez países de la UE: Alemania, Francia, Italia, Portugal,Grecia, Eslovenia, Austria, Bélgica, Estonia y Eslovaquia. La tasa también afectaría a los partícipes de fondos, ya que estos vehículos invierten tanto en acciones como en derivados.
En palabras de Víctor Alvargonzález, director de inversiones de Tressis, "toda medida que suponga poner impedimentos a que en Europa se instalen empresas de tipo financiero me parece absolutamente negativa". España, añade, "debe ser una imán para las empresas, no sólo para los turistas. De la misma forma que Londres tuvo la inteligencia de convertirse en un centro de negocios financieros, aquí debemos ponérselo fácil a las empresas".
La City londinense y Wall Street saldrían reforzadas de la entrada en vigor de la tasa Tobin, según los expertos consultados. Fernando Luque, senior editor de Morningstar, comenta: "En lugar de pasar por Madrid o Fráncfort, muchas operaciones se llevarán a Londres. Y ello tendrá una repercusión a nivel de empleo en el propio sistema financiero". Reino Unido, país donde el sector bancario genera entre el 20 y el 30% del PIB, siempre se ha opuesto al gravamen.
Mónica Gordillo, miembro del consejo de CFA y presidenta de GIPS España, añade: "Ahora que los depósitos ya no ofrecen rentabilidades del 4%, este impuesto penaliza al minorista que quiera cambiarse a otro tipo de activos financieros". El pequeño inversor, añade Luque, "lo va a notar; cuando compra acciones, sabe perfectamente qué comisiones le cobran".
Con él discrepa Juan Luis Luengo, responsable de fondos de inversión de Citi en España, que no tiene claro "que el particular vaya a dejar de comprar fondos por este motivo. Caso diferente es el de un gestor internacional". Rose Marie Boudeguer, directora del servicio de estudios de Banca March, también cree que hay que "desdramatizar" el tema, porque el pequeño inversor "no va a irse a la City".
Alvargonzález añade que "cuando uno invierte en acciones no busca ganar un 2 o un 3%, sino un 20%". Y el efecto de una tasa del 0,1% en esos niveles de rentabilidad es pequeño. "Quien disfruta jugando en bolsa seguirá haciéndolo", afirma el experto, que no obstante insiste en que "el mensaje es que Europa no es un lugar para hacer inversiones".