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Altos precios del crudo estimulan alzas de azúcar y etanol

Omar Lugo

Río de Janeiro, 16 ago (EFECOM).- Las precios internacionales del azúcar y del alcohol de caña seguirán altos gracias al recalentado mercado petrolero, una situación que favorece nuevas inversiones en este negocio en Brasil, afirman expertos consultados por EFE.

Brasil es el principal productor y exportador mundial de estos productos y su industria de la caña de azúcar es determinante en la tendencia internacional de los precios.

Las metas fijadas en el protocolo de Kioto y los altos precios del petróleo han estimulado el uso de etanol de caña como sustituto directo de la gasolina, o como alternativa al contaminante aditivo MTBE, derivado del petróleo.

El auge del mercado atrae a empresarios del campo, a pequeños agricultores y a fondos extranjeros de inversiones.

"La perspectiva de precios es buena. En los próximos dos años el azúcar se mantendrá por encima de 15 dólares el saco (50 kilos) y el metro cúbico de alcohol en 1.000 reales" (unos 500 dólares), explicó el economista Carlos Widonsck, jefe del Departamento de Desarrollo de Mercado de la Bolsa de Mercaderías y Futuros de Sao Paulo.

Esos precios son los contratados para el corto plazo de octubre, noviembre y febrero en la bolsa de Sao Paulo.

Los precios del azúcar acumulan un alza del 37 por ciento este año, pese a que en la última semana los futuros para entrega en diciembre cayeron un 20 por ciento con la entrada de las zafras de China, Australia y Tailandia, explicó el experto.

Consultoras privadas estiman una cosecha brasileña de caña de 420 millones de toneladas en 2006/2007, contra 385 millones de toneladas en 2005/2006, explicó Widonsck.

Las proyecciones de zafra del ministerio de Agricultura son más optimistas y calculan que será de 469,8 millones de toneladas, un 8,9 por ciento por encima de la anterior.

El alza se explica por un aumento del área cultivada, desde 5,8 a 6,2 millones de hectáreas este año, y del 3,4 por ciento en la productividad promedio.

Desde las primeras crisis del petróleo en los años 70, Brasil ha promovido el uso de alcohol mezclado a la gasolina vendida en las estaciones de servicios.

Hoy la mezcla contiene un 20 por ciento de alcohol y permite sustituir el consumo de 200.000 barriles por día de gasolina.

El 75 por ciento del parque automotor brasileño está diseñado para funcionar indistintamente con cualquiera de los dos combustibles, o mezclado en cualquier proporción.

Son los llamados autos "flex", lanzados al mercado en 2003 y que han resultado un fenómeno comercial impulsando la demanda interna de etanol y dejando menos excedentes para el mercado externo.

Los operadores del mercado calculan que Brasil producirá este año 29,5 millones de toneladas de azúcar, contra 26 millones de toneladas en la zafra pasada y exportará 19,5 millones de toneladas, para abastecer cerca del 38 por ciento del mercado mundial.

Esas exportaciones aumentarán en 2,5 millones de toneladas y tomarán el lugar dejado por la Unión Europea con la reducción de sus subsidios al azúcar de remolacha.

Brasil también producirá 17 millones de metros cúbicos de alcohol, 14 de ellos irán al consumo interno y el resto será exportado.

Los brasileños, que se precian de tener los costos más bajos del mundo, esperan penetrar en el mercado de etanol en Japón, que se dispone a elevar desde el 3 por ciento al 5 por ciento la proporción del combustible vegetal como aditivo de la gasolina.

Sólo por esta vía el mercado espera una demanda adicional de cinco millones de metros cúbicos de etanol por año.

Según la Unión de la Agroindustria de Caña de Sao Paulo, ya hay en marcha 31 nuevos proyectos con inversiones por 5.000 millones de dólares para la construcción y expansión de ingenios para 2010, año en que se prevé que los cultivos cubran 8,27 millones de hectáreas (un área casi del tamaño de Portugal).

La investigadora Miriam Bacchi, del Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada (Cepea) explicó que hasta 2008 se ve un aumento de las exportaciones brasileñas de azúcar y etanol, pero sin caída de los precios internacionales porque hay un consumo mundial que crece por encima de la oferta, dijo Bacchi.

A largo plazo se prevén precios moderados, cuando entre al mercado la producción de los nuevos proyectos.

Para Bacchi la clave de Brasil es apostar a un mercado global de etanol."No es posible aumentar la producción pensando sólo en el mercado interno e internacional de azúcar", destacó. EFECOM

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