Tres sesiones consecutivas al alza no han sido suficientes para que la bolsa española rompa la resistencia de los 10.525 puntos, que se corresponden con los máximos anuales que marcó el pasado 15 de enero. Se quedó a un 2% de alcanzarlos, después de sumar un 0,87%, hasta los 10.304 puntos.
Aunque el selectivo llegó a escalar un 1,41% a lo largo de la sesión, la falta de sorpresas en la cita mensual del Banco Central Europeo (BCE) moderó las subidas en una jornada en la que un solo valor cerró en negativo.
El objetivo de las ventas fue Gamesa, que sufrió una caída del 0,11%. En el lado opuesto se situaron los títulos de FCC y Gas Natural. Ambos se encargaron de tirar del Ibex 35 -que se convirtió en el segundo selectivo más alcista de Europa, por detrás de Portugal-, con subidas del 4,21% y un 2,54%, respectivamente.
Oleada de compras o casi...
La tónica alcista vista en la renta variable española se repitió en el resto de plazas europeas, donde la alemana estuvo a punto de convertirse en la excepción. Cerró prácticamente plana con un avance del 0,01%, frente a las subidas cercanas al 1% del resto de parqués. De hecho, el Dax 30 es el único que registra pérdidas en el acumulado del año de entre los grandes índices europeos (el español, por el contrario, avanza un 3,91%).
En el resto de bolsas del Viejo Continente, por detrás de Portugal y España se situaron Francia y Bélgica, con avances del 0,59% y del 0,48%, respectivamente.
Al otro lado del Atlántico, solo un día después de que se publicara el libro Beige de la Reserva Federal (Fed), los principales índices estadounidenses también se sumaron a la oleada alcista con subidas que, en ningún caso, superaron el 1% al cierre del mercado europeo.