El precio del petróleo no para de subir. El de referencia en Europa, el barril del crudo Brent, ha llegado a romper el techo de los 135,14 dólares, al igual que el de Texas, de referencia en Estados Unidos, que estableció ayer su nuevo máximo en 135,07 dólares.
Preocupa la especulación, que acentúa la presión al precio, mientras caen las reservas de petróleo almacenado y crece el temor a una falta de suministro. Y es que la semana pasada, las reservas semanales estadounidenses bajaron en 5,4 millones de barriles, hasta los 320,8 millones, las de gasolina descendieron en 800.000 barriles, hasta los 209,4 millones, y las de destilados subieron en 700.000 barriles, según informó la Administración de Información Energética (EIA por su sigla en inglés).
De continuar la trepidante escalada de precios, el pronóstico realizado por el multimillonario Boone Pickens, que situaban el coste del crudo en 150 dólares este año, podría quedarse corto en pocas semanas. Aunque hoy la negociación de los futuros tanto de Brent como de Texas se ha tomado un descanso y ha descendido a precios inferiores a los de ayer, alrededor de los 132 dólares por barril.