Bolsa, mercados y cotizaciones

El 'Abenomics' anima más al Nikkei que a su economía

El cambio de modelo en Japón impulsado por el Abenomics es un experimento para la economía a medio y largo plazo, pero para el mercado es una historia de éxito, al menos a corto.

Después de subir un 56,7% en 2013, el Nikkei se plantó en 2014 con la confianza de los inversores pero con la necesidad de una corrección. Un mes después y un 14% más abajo, el principal índice japonés intenta retomar su senda alcista con la confianza impecable de los analistas. Los expertos creen que las caídas de las últimas semanas son una oportunidad para entrar en la bolsa nipona a precios más atractivos (y si sigue bajando, será más atractivo), mientras que el mercado sigue dopado por la expansión monetaria del Banco de Japón (BoJ) que actúa de cortafuegos de los riesgos económicos a los que se enfrenta el país.

La interpretación en clave de mercados de las políticas monetarias del Banco de Japón es indudablemente positiva: reformas encaminadas a impulsar el sector exterior, generar inflación y, sobre todas ellas, una política monetaria ultraexpansiva que sostiene el fuerte avance del mercado. Con un bono en el 0,6%, IPC creciente y caída del yen (pierde un 20% frente al dólar desde el inicio del Abenomics), los japoneses encuentran más motivos para llevar sus ahorros a la renta variable, ya que la bolsa avanza a ritmos de doble dígito anuales (en 2013 ganó casi un 4% de media cada mes).

El Abenomics se ha convertido en un auténtico experimento económico, cuyos resultados a medio y largo plazo pueden ser muy variados, pero que en el corto plazo tiene un ganador claro: el mercado. Los analistas no lo dudan: "Con la fuerte corrección del Nikkei aprovechamos para incrementar renta variable japonesa", explica el equipo de MoraBanc, ya que "pensamos que va a seguir la monetización y, por consiguiente, un buen comportamiento del Nikkei". Más estímulos del Banco de Japón, y más todavía si fuesen necesarios.

La subida del impuesto al consumo (similar al IVA) que ha anunciado el gobierno de Shinzo Abe para el mes de abril podría desincentivar la demanda interna y enfriar el avance de los precios, algo que el BoJ no está dispuesto a permitir. Podría ser el momento de que el país redoblase sus estímulos monetarios.

Del avance del mercado...

Con la intención de reformar la economía y volver a la senda del crecimiento económico, las medidas de política monetaria tan expansiva tienen su principal beneficiado en los mercados financieros. El último ejemplo se ha visto en EEUU, ya que la tercera ronda de estímulos cuantitativos de la Reserva Federal ha llevado a Wall Street a marcar máximos históricos y a sumar avances del 24%. El reflejo en Japón ha sido evidente, con un Nikkei <:NIKKEI225.:> que se ha disparado entre las inyecciones monetarias y la confianza que genera al inversor un mercado en el que la autoridad monetaria actúa de paracaídas. El riesgo es menor y las posibilidades de ganancias se disparan.

En este contexto, los analistas otorgan valoraciones más que atractivas a las cotizadas japonesas. Sólo el 15% del Nikkei recibe una recomendación de venta, mientras que un tercio de las firmas del selectivo nipón son una compra para el consenso de mercado recogido por FactSet. Una situación muy positiva si se compara con el 6% de recomendaciones de compra del Ibex o el 18% del EuroStoxx 50. Además, los analistas dibujan un potencial alcista medio para el conjunto de firmas del índice japonés del 15%, lejos del 4% del EuroStoxx, del 9% del Dow Jones o del -3% del Ibex.

"Todavía espera un año y medio muy positivo para la renta variable del país", explica Fernando Hernández, director de Gestión de Inversis Banco, "además hay que tener en cuenta que tradicionalmente cuando la bolsa japonesa sube, lo hace con fuerza, entre un 20 y un 40%". "Nuestra visión sigue positiva, dado el ajuste del mercado laboral, lo que incrementa las inversiones de capital productivas y la recuperación económica apoyada en una inflación renovada", explica Shogo Maeda, responsable de renta variable japonesa de Schroders.

...A los desequilibrios económicos

La asociación de Shinzo Abe, presidente de Japón, y Haruhiko Kuroda, gobernador del BoJ ha convertido a Japón en una auténtica probeta de experimentos económicos y monetarios. La recuperación del PIB, de los indicadores de inflación y de los beneficios empresariales, contrasta con un deterioro de la balanza comercial del país y de los ingresos reales de los trabajadores. Una situación que genera unos desequilibrios que el país tendrá que ser capaz de orientar para que este experimento resulte beneficioso. "Lo que está claro es que Japón no iba a salir gratis de esta situación de deflación endémica y bajo crecimiento que sufría en las últimas décadas", explica Hernández, aunque está por ver si estas recetas a la americana funcionan en Japón, con una cultura de consumo y ahorro tan diferente.

La depreciación del yen y el cierre de las centrales nucleares ha encarecido y multiplicado (respectivamente) la compra de energía al exterior. En diciembre las importaciones del país crecían a ritmos del 25% anual, lo que ha disparado su déficit comercial por encima de los 1.100 millones de yenes, máximo histórico en un país acostumbrado a disfrutar de superávit comercial. Además, la mejora del PIB y de los beneficios empresariales tardará en llegar al ciudadano medio si la renta disponible de los hogares no crece, o incluso decrece ante el avance de la inflación en términos reales. En diciembre los ingresos reales de los hogares cayeron un 1,7% en términos interanuales, su mayor descenso desde mediados de 2012, según los datos publicados por el Ministerio de asuntos internos y comunicación. El reto para las autoridades del país pasa ahora por conseguir que su famoso Abenomics tenga también repercusión en las clases populares para que el éxito de sus medidas sea generalizado y también sostenible.

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