La Bolsa de Nueva York cerró el miércoles con una acusada caída por segundo día consecutivo, ante el ininterrumpido aumento del precio del petróleo y la drástica reducción de las previsiones de crecimiento de la Fed para 2008. Los índices Dow Jones y Nasdaq perdieron el 1,77% cada uno.
El primero se dejó 227,49 puntos y quedó en 12.601,19. El segundo bajó 43,99 y acabó en 2.448,27. El Standard and Poor's 500, más representativo de la tendencia general del mercado, cayó el 1,61% y terminó en 1.390,71 unidades. "El gran tema sigue siendo el Petroleo(IPETROL.MC) siempre el petróleo", comentó Mace Blicksilver, analista de Marblehead Asset Management. Continuando su imparable ritmo de ascenso, el barril de crudo superó por primera vez los 130 dólares en Nueva York, aproximándose a 134 dólares.
Este factor "actúa como una tasa indirecta sobre el consumo, que debilita el crecimiento económico en su conjunto, porque, a un cierto nivel, los precios de la energía comenzarán a erosionar seriamente el estrecho margen que todavía tenía el consumidor para gastar", afirmó Frederic Dickson, analista de DA Davidson.
Eso, en un país donde el consumo representa dos tercios del crecimiento económico. Ya desestabilizada por la aceleración del mercado petrolero, Wall Street recibió un nuevo golpe con la publicación de las actas de la última reunión del comité de política monetaria de la Reserva Federal (Fed), en las que parecería descartarse una nueva flexibilización del crédito.
Algunos gobernadores del banco central de EEUU juzgaron que era "poco probable una nueva baja de las tasas en respuesta a informaciones que sugieren una desaceleración de la economía, o incluso una ligera contracción a corto plazo, a menos que los acontecimientos económicos y financieros señalen un debilitamiento muy importante de las perspectivas económicas".
La Fed redujo drásticamente sus previsiones de crecimiento para 2008 en Estados Unidos. El banco central considera ahora que ante el mayor riesgo de inflación, la caída del sector inmobiliario y la restricción del crédito, el Producto Interno Bruto (PIB) debería aumentar entre el 0,3% y el 1,2% este año, en lugar del margen de 1,3% a 2% previsto antes.
"Estamos llegando a un punto en el que se tratará de una profecía autocumplida, con el petróleo pesando sobre la econmía y, como consecuencia, el mercado bursátil ya no podría avanzar", consideró Blicksilver.