Una visión: que en cada escritorio y cada hogar hubiese un equipo informático. Esa fue la idea con la que Bill Gates y Paul Allen crearon en 1975 la empresa Microsoft. Y lo que nació como una empresa pequeña ha llegado a convertirse en uno de los valores más capitalizados del índice estadounidense S&P 500 en los últimos diez años (estando entre los cinco primeros puestos, excepto en 2013 que ocupó el octavo lugar).
Casi cuatro décadas después, Bill Gates decide desvincularse de la dirección de la compañía, abandonando la presidencia del consejo de administración y su nuevo rol será el de "asesor tecnológico".
Además, llega el nombramiento del nuevo consejero delegado de la compañía, Satya Nadella, que sucederá a Steve Ballmer. Pero ¿qué legado recoge el nuevo consejero delegado sin Gates?
La compañía con sede en Redmond puede hacer alarde de haber disfrutado de la confianza de los analistas durante casi veinte años, muestra de ello es el consejo de compra que han lucido sus títulos (a pesar de algunos intervalos). Sin embargo, desde abril de 2013 su recomendación se deterioró, por lo que Satya Nadella recibe la herencia de unos títulos que ahora poseen un consejo de mantener, avalado por el 58% de los analistas que la cubren.
Como es habitual en las grandes tecnológicas, cuando se agotaron las ideas revolucionarias, la compañía que llegó a ser un gigante tecnológico en 2003 decidió retribuir a sus accionistas pagando dividendo (justo un año antes de que su beneficio cayera un 18%).
En el aspecto bursátil, hay que remontarse a la burbuja tecnológica para ver a las acciones de la compañía en el precio más alto de su historia, por encima de los 53 dólares. Actualmente, para lograr ese nivel sus títulos deberían repuntar alrededor de un 32%.
Asignaturas pendientes
Si algo ha defendido Microsoft (MSFT.NQ)en su historia ha sido su puesto de liderazgo. No obstante, la evolución de la competencia -como Apple o Google- ha mermado su posición en el sector. Y es que, la tecnológica todavía tiene cuentas pendientes, como es la telefonía o la aparición de nuevos dispositivos, tal y como señala Fernando Catalina, analista de XTB: "Actualmente sólo un 4% de los smartphones utiliza el sistema operativo de Microsoft y en el mercado de las tablets un porcentaje incluso menor". Un problema que intentó subsanar con la compra el año pasado de las patentes y negocios de móviles de Nokia. De este modo, pretende potenciar el sistema operativo Win- dows Phone y tratar de romper el duopolio de Android (perteneciente a Google) e iOS (de Apple).
Bien es cierto que la Microsoft de antes no es la de ahora, ya que en años anteriores los beneficios de la compañía llegaron a crecer por encima del 20% y para el próximo trienio se esperan beneficios entre el 3 y el 8%. No obtante, en la última publicación de sus resultados, Microsoft sorprendió positivamente con un beneficio por acción de 0,78 dólares, es decir, un 14% por encima del esperado por el consenso de mercado.
Por otro lado, la herencia recibida no es tan mala si tenemos en cuenta que lleva incrementando su caja desde 2007 y este año se espera que la cifra se sitúe en torno a los 70.000 millones de dólares.
Microsoft confirma que Satya Nadella será nuevo CEO y que Bill Gates deja su cargo
