Roma, 13 ago (EFECOM).- El presidente de Autostrade, Gian María Gros-Pietro, considera que la fusión con la española Abertis "aún se puede hacer" y que "hay espacio para razonar y hablar sobre las condiciones" con el Gobierno italiano, que se ha mostrado contrario a la operación.
Gros-Pietro, en una entrevista que publicar hoy el diario italiano "Corriere della Sera", cree que perder la ocasión de convertirse, junto a Abertis, en el líder mundial de concesionarias de autopistas "sería un error grave para el sistema Italia".
El Gobierno italiano ha expresado su "determinación negativa" a la fusión, ante el posible conflicto de intereses, por la presencia en la sociedad resultante de la constructora española ACS, que tendría un 12,5 por ciento.
Gros-Pietro, sin embargo, no tiene la misma opinión que el Ejecutivo sobre el decreto de 1997 que fijó las modalidades de privatización de Autostrade y que establece que no puede haber empresas de construcción en el accionariado estable de la empresa concesionaria de la gestión de autopistas.
"Se ha planteado una cuestión de legitimidad. Pero el decreto sobre la privatización de 1997, me parece que dice otra cosa. Es verdad, el núcleo estable al 30% no podía tener entre sus socios empresas de construcción, pero aquella prohibición vencía en 2003, ahora estamos en 2006", explica el presidente de Autostrade.
El ministro de Infraestructuras, Antonio di Pietro, precisó la semana pasada que la "negada autorización" al proyecto de fusión no se refiere a la operación en sí, sino a la transferencia automática de la concesión de la gestión de autopistas.
Para el responsable de la empresa italiana los contactos con el Ejecutivo se retomarán, "si se aparca la cuestión de legitimidad y se vuelve a comenzar a hablar de cómo redefinir el régimen concesionario para el sistema nacional de las autopistas y del conflicto de intereses. Se puede intentar".
Sobre el conflicto de intereses, señala que "con instrumentos proporcionales al problema se puede resolver. No es necesario excluir a priori a ACS".
En este sentido, apunta que "se puede crear un mecanismo de garantía de la gestión de los concursos. Un comisión de nombramiento ministerial, por ejemplo, que prepare los anuncios de licitación".
Gros-Pietro indicó que si la condición para seguir adelante fuese dejar fuera a ACS de la operación, Italia "perdería la ocasión de jugar en primera fila la partida de las redes (de transporte) en Europa" y reiteró su opinión de que el "hilo (de los contactos con el Gobierno italiano) se puede retomar".
El presidente de Autostrade consideró que "se está perdiendo de vista" el aspecto más importante, que con la fusión nacería "el primer grupo mundial (de concesionarias de autopistas) con los italianos en un papel de primer accionista".
Ante la posibilidad de que la operación finalmente no se realice, Gros-Pietro dijo que un grupo como Autostrade "no puede ciertamente quedarse parado. Deberíamos razonar sobre otros objetivos" y recordó que recientemente han entrado en una sociedad en Polonia, "donde la red de autopistas está toda por realizar". EFECOM
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