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Si su garantizado vence, asuma riesgo

Histórico. Así es como se puede resumir cómo ha sido el año 2013 para los fondos de inversión. Un ejercicio en el que entraron en la industria 23.000 millones de euros y que se cerró con un aumento patrimonial del 25 por ciento. La duda ahora está en saber si estas cifras son un síntoma de que la industria está protagonizando un cambio de ciclo o si responden sólo a una excepción.

La clave estará en la evolución que tengan estos productos en 2014 y en ello mucho influye el destino que elijan los partícipes para los 14.448 millones de euros que, según los datos de VDOS Stochastics, vencen en fondos garantizados este año, 8.000 de ellos sólo en el primer semestre del año.

No hay que ser un genio para saber qué opción le planteará su banco si es uno de esos partícipes a los que les vence uno de los más de 200 fondos garantizados que agotan su garantía en este 2014. "La renovación de productos garantizados de renta fija será mínima por la fuerte caída de la rentabilidad del subyacente. Por eso se han inventado los fondos de rentabilidad objetivo, como alternativa a estos productos", afirma Félix López, de atl Capital. De hecho, en 2013 este tipo de productos, que no garantizan la inversión inicial y tampoco la rentabilidad que buscan conseguir, acapararon el 40 por ciento de todo el dinero que entró en fondos con más de 8.000 millones de euros en suscripciones netas.

¿Hay que evitar los fondos de rentabilidad objetivo?

La duda está en si es realmente ésta la mejor opción que tiene un partícipe, máxime teniendo en cuenta que es poco probable que la gestora opte por renovarle la garantía de su fondo garantizado. "Los fondos de rentabilidad objetivo o los garantizados pueden tener sentido en un contexto de tipos altos pero el que ahora opte por estos productos estaría cometiendo un error de timing", advierte Víctor Alvargonzález, director de inversiones de Tressis. "El actual entorno de tipos de interés y elevados niveles de la bolsa no permite nuevos lanzamientros de productos garantizados que tengan rentabilidades dignas, o bien los vencimientos de los mismos deberían ser muy largos por lo que pierden enorme atractivo", confirma Ricardo Sánchez Seco, analista.

Y es que lo normal es que si invierten en activos seguros no den rentabilidades superiores al 2 por ciento en un plazo de cinco años. Un tipo ya de por sí poco atractivo que además irá en descenso a medida que se produzcan alzas en el precio del dinero y de la inflación. Con los que prometen más, ojo, porque pueden incluir bonos más rentables pero también mucho más arriesgados.

Además, conviene destacar que aunque se vendan como alternativa a los fondos garantizados, no aseguran ni la rentabilidad que figura en el folleto -es sólo estimada, y a vencimiento- ni el capital inicial invertido. De hecho, para evitar malos entendidos, la CNMV ha obligado a las gestoras a destacar con mayúsculas estos dos puntos en los folletos que entregan a los inversores. Por no mencionar que, como sucede con los garantizados, cualquier reembolso antes de vencimiento se hará a precio de mercado y pagando por ello comisiones que pueden llegar al 5 por ciento, por lo que sí se puede perder dinero.

"La diferencia este año con respecto a otros es que no hay alternativas seguras con rentabilidad", zanja López. De hecho, quien no asuma nada de riesgo habrá de conformarse con rentabilidades similares al 1,40 por ciento que ofrece ahora el depósito a 12 meses. Sin embargo, quien asuma algo más de riesgo que el que ofrece un garantizado, aunque sea el mínimo, sí puede conseguir arañar algo de rentabilidad a su cartera.

Si quiere renta fija

Por ejemplo, las recomendaciones para aquellos inversores a los que les venza un fondo garantizado de renta fija son varias. La primera posibilidad la compra directa de bonos o carteras de bonos ya que, según Alvargonzález, "los bonos de gobierno español o empresas españolas con emisiones mínimas de 400 millones de euros no tienen riesgo de impago y sí pueden ver caídas en su rentabilidad a corto plazo". De hecho, no son pocas las firmas de análisis que aún ven potencial en la deuda española y como ejemplo basta con ver los resultados de las subastas que el Tesoro ha realizado en este primer mes del año. Eso sin mencionar que son activos líquidos y que, a diferencia de los fondos, no soportan comisiones de gestión.

Ricardo Sánchez, analista de fondos, opta por los fondos de retorno absoluto como alternativa ya que "son los fondos más aproximados por su carácter conservador y están orientados a la preservación del capital". Y da nombres como Carmignac Capital Plus o para quien quiera asumir algo de riesgo vía renta variable, BNY Mellon Absolute Return o BSF European Absolute Return. No en vano, su objetivo es obtener rentabilidades positivas en cualquier contexto de mercado.

Pero el panorama cambia si lo que vence es un fondo garantizado de renta variable -90 de los 217 fondos que agotan su garantía este año son de esta categoría, según los datos de VDOS-. "Estos fondos, a diferencia de los de renta fija sí que tienen potencial de revalorización aunque su atractivo sigue siendo limitado ya que, al tratarse de productos estructurados, la rentabilidad va ligada a que se produzcan situaciones excepcionalmente buenas para obtener un rendimiento importante que valga la pena", afirma Félix López. Es por ello que como alternativa, este experto propone una cartera de fondos mixtos que incluyan una exposición a renta variable de entre el 30 y 40 por ciento, siempre que el horizonte del inversor sea a medio plazo y que se tenga la intención de mantener la inversión en ese periodo. Una idea que también defiende Alvargonzález. "La mejor opción pasa por una cartera de fondos muy seguros combinándola con algún producto que permita una exposición a bolsa de entre el 10 y el 15 por ciento".

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