Raimundo Díaz
Madrid, 11 ago (EFECOM).- Vivimos en un mundo consumista, pero cuando a los ciudadanos nos da por consumir de forma masiva todo cambia, empiezan a surgir los temores a la inflación, los inversores frenan sus posiciones y la bolsa, donde cotizan empresas ávidas de que consumamos sus productos y servicios, baja sin remisión.
Todo un contrasentido. Uno más de la economía globalizada en la que vivimos, que contagia con la misma intensidad sus euforias y sus miedos a todos los mercados mundiales, muchas veces sin muchos motivos. Hoy tocó miedo.
Las ventas al por menor en Estados Unidos, más intensas de lo esperado, fueron las culpables de la situación. Los ciudadanos consumen más y muchos expertos vuelvan a poner sobre la mesa la posibilidad de que la Reserva Federal se vea obligada a subir los tipos de interés si se produce una espiral inflacionista.
Nueva York inició la jornada en negativo, tras conocer el dato de las ventas minoristas, y arrastró al resto de bolsas, que si bien por la mañana se mantuvieron con algunas ganancias, por la tarde tuvieron que sucumbir a la influencia americana.
El Ibex-35 cerró con pérdidas del 0,28 por ciento, hasta los 11.777,3 puntos, y a lo largo de toda la semana dio la sensación de que los 12.000 enteros es un nivel que se le atraganta y donde los inversores tienen establecidas muchas órdenes de venta que imposibilitan superarlo.
Pese a que los datos de consumo en Estados Unidos fueron el detonante de las caídas, en Europa todavía se vivía con el miedo de lo que podía haber sucedido si la policía británica no hubiera desactivado el grupo terrorista que pretendía atentar en varios aviones en vuelo.
También sufríamos la resaca de la revisión a la baja de los beneficios de Deutsche Telekom, que ha seguido lastrando a las "telecos" europeas y cuya onda expansiva no ha dejado indiferente a nadie, aunque Telefónica, con recortes del 1,30 por ciento, era la que mejor sobrellevaba el contagio.
Repsol se dejaba un 0,77 por ciento; Endesa, un 0,38 por ciento, e Iberdrola, un 0,28 por ciento, en tanto que los grandes de las finanzas se mostraban algo más alegres cuando de subir tipos se habla y BBVA subía un 0,12 por ciento y Santander, un 0,09 por ciento.
La próxima semana más. De lunes a viernes y con el horario habitual, que el martes, pese a ser festivo, la bolsa abre sus puertas. EFECOM
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