
El volumen de emisiones de bonos convertibles creció mucho en 2013, firmando el mejor de los últimos seis años en Europa. En España también es una vía de financiación a la que acuden cada vez más las empresas por la demanda que tiene entre los inversores, atraídos por la combinación entre renta fija y variable. En 2014 se prevé el mismo éxito y el particular tiene formas de acceder a ellos.
Poner al fuego una sartén cubierta de aceite, echar granos de maíz y tapar dejando un hueco para el vapor. Empezará a oír pequeñas explosiones, y cuando dejen de sonar, tendrá listas unas palomitas. Una sencilla receta que bien sirve como metáfora para explicar uno de los productos que ha ganado terreno en el último año y que se presenta como una de las alternativas más señaladas para 2014. Se trata de los bonos convertibles, un activo que el año pasado batió récord y cuya receta no tiene más misterio que convertir deuda de una compañía en acciones -a veces este canje no es obligatorio, depende de las condiciones-.
Tras varios años sin gran popularidad, en el último ejercicio hubo muchas emisiones de deuda convertible en todo el mundo, tanto que se alcanzaron niveles no vistos en toda la crisis. Sólo en Europa se colocaron más de 23.000 millones de euros a través de 71 emisiones, un 35% más que el año anterior. Fue la cifra más alta desde 2007, cuando se emitieron convertibles por valor de unos 24.900 millones, tal como señalan desde uno de los grandes bancos colocadores de estos productos.
Las compañías seguirán recurriendo a esta vía de financiación en 2014, teniendo en cuenta no sólo que ahora encuentran financiación más barata en el mercado de capitales, sino también que es uno de los activos que demandarán los inversores. "Sigue habiendo mucho apetito por estos bonos", afirma el especialista en convertibles de esa entidad. El comienzo de año en Europa es solo una muestra. La primera operación la cerró el miércoles Econocom, una proveedor de servicios digitales para empresas que colocó 175 millones de euros canjeables en 2019, elevando la cifra de 150 millones prevista inicialmente gracias a la fuerte demanda.
La naturaleza de este producto, que combina tanto renta fija como variable, es lo que atrae al inversor. Al principio se compra deuda de una compañía, con la que el bonista cobra cupones periódicos, pero al mismo tiempo se expone a lo que ocurra en bolsa, pues normalmente estos bonos se canjean obligatoriamente en una fecha determinada y a un precio que también suele estar fijado previamente. "Los bonos convertibles siguen siendo interesantes por su carácter híbrido, con su exposición a la renta variable como factor de apoyo", señalan en Banca March.
En auge en España
Los bonos convertibles han cogido impulso en países de la periferia europea como España. El año pasado se emitieron más de 4.000 millones de euros en una docena de colocaciones. También se asoman ya a otros como Portugal, que pese a cerrar sólo dos emisiones en 2013, una de ellas, la de Amorim Energia, el mayor accionista de Galp, logró el premio a la mejor operación de este tipo, IFR Emea Structured Equity Issue.
Una buena carta de presentación para las españolas es el comportamiento de los bonos en el mercado secundario, en el que cotizan tras ser emitidas. Una vez lanzadas, la mayoría de estas emisiones se ha revalorizado. Recurrieron a estos vehículos algunos de los bancos españoles como CaixaBank, Sabadell o Liberbank, con cupones que rondaron el 4,5 y el 5%, pero también hubo emisiones de otros sectores: el de la construcción, con ACS y OHL, o el hotelero, en el que emitieron tanto NH Hoteles como Meliá Hotels. Los bonos de estas dos últimas se han revalorizado en el mercado casi un 20% en el caso de los emitidos en octubre por NH al 4% y más de un 40% en el de los de marzo de Meliá Hotels, con cupón del 4,5%.
Otra de las cosas que más valora un inversor que permanece hasta el vencimiento es el precio de conversión. En ocasiones, pocas, es a valor de mercado, es decir, en función de la cotización en la fecha de vencimiento. Pero en muchas suele ser un precio fijado antes, con lo que el riesgo está en que sea superior al de mercado en ese momento.
Opciones para el particular
Los inversores que suelen comprar convertibles en las colocaciones son institucionales y no tanto minoristas. Para el particular la forma más sencilla de llegar a este producto es a través de fondos de inversión. En España se pueden comprar más de 400 fondos de este tipo y, según los datos de Morningstar, de media ganan un 9% el último año, con cupones medios de alrededor del 2,5%.
Aunque sólo unos pocos tienen una calificación de cinco estrellas por parte de Morningstar. Entre los que tienen una inversión mínima inferior a los 1.000 euros, los dos que más rentabilidad acumulan en el último año son TreeTop Convertible Intl A EUR y UBS (Lux) BS Convt Glbl ??Q-acc, con un 18,4 y un 15,7% respectivamente. El fondo de UBS tiene su mayor exposición a convertibles de Gilead Sciences, Micron Tech, Siemens, Wells Fargo y Vedanta. Los otros dos fondos que cuentan con cinco estrellas Morningstar son CS S1 (Lux) Global Convertibles D y UBAM Euro 10-40 Convertible Bond I EUR, con cupones medio del 2,5 y 3,25%.