Hacía casi tres años que la prima de riesgo no estaba en un nivel tan bajo como el actual. De hecho, hay que remontarse hasta el primer rescate a la economía helena, en mayo de 2011, para ver al termómetro de la crisis en este nivel. El viernes consiguió bajar por primera vez desde entonces por debajo de los 200 puntos básicos, hasta cerrar en los 193 puntos.
Y es que 2014 ha empezado con fuerza, ya que el diferencial entre la rentabilidad del bono español a diez años con la del bund alemán ha conseguido relajarse 29 puntos en apenas dos sesiones, desde los 222 puntos en los que se situaba al cierre del año 2013 hasta el nivel actual.
El resultado es que la rentabilidad exigida por el bono español a diez años afianza el nivel por debajo del 4%, y se situó al cierre semanal en el 3,876%, un nivel que no se veía desde mayo de 2010. Los inversores se están decantando por las compras de deuda española de cara al año venidero y esto hace que el interés exigido por el bono español vuelva a situarse por debajo del italiano, que cerró el viernes en los 197 puntos básicos. "No podemos olvidar el maná de dinero que va llegando día sí y día también a España de inversores extranjeros [...]. España está de moda y no parece que esto vaya a cambiar a corto plazo", explica Rafael Romero, director de inversiones de Unicorp.
Por el contrario, las desinversiones que están haciendo en el bund alemán han provocado que el interés exigido por su referencia a diez años se eleve hasta niveles no vistos desde el pasado mes de septiembre, acechando el 2% (se situaba en el 1,944%).
El contexto económico en nuestro país es ahora más favorable. El dato de empleo, publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), vino a dar una razón más a la corriente optimista que hay sobre España: el desempleo ha bajado en más de 147.000 personas en 2013, lo que representa la primera caída en un ejercicio desde el año 2006. Una noticia que se suma al buen dato del índice de actividad manufacturera conocido esta semana.
"El movimiento que estamos observando probablemente obedezca a algún tipo de cuestión circunstancial o táctica, como un reordenamiento de las carteras de los inversores institucionales de cara al comienzo del ejercicio, después de que se deshicieran posiciones ante los temores de que el Banco Central Europeo (BCE) penalizase la tenencia de títulos de deuda soberana en los balances bancarios", explica a este respecto Daniel Pingarrón, analista de IG.
El arranque en el parqué
El comienzo de año no fue tan optimista para el Ibex 35, ya que en la primera sesión bursátil del año cedió un 1,58%, por lo que se convirtió en el peor arranque del selectivo español desde 2007 (cuando en el primer día en el parqué se dejó un 2,64%).
"Este brusco descenso, debido principalmente a las excesivas compras navideñas y la toma de beneficios por motivos fiscales se vio incrementado por los numerosos stops de protección bajo los 9.850 puntos, una vez perdido el nivel se aceleraron las ventas cambiando el sesgo corto placista del índice", explica Gustavo Martínez, analista de XTB.
Sin embargo, rectificó pronto y en la jornada del viernes el Ibex volvió a acechar los 9.800 puntos a lo largo del día al subir un 0,39%, aunque finalmente no pudo aguantarlos y cerró en los 9.798 puntos. Aún así, el empiece del año (las dos sesiones que hemos vivido esta semana, jueves y viernes) es negativo para el índice español, ya que se deja un 1,2%.
El balance por el momento es negativo, ya que 26 de los 35 valores del Ibex están anclados en las cifras negativas. El mayor descenso lo protagonizó Sacyr, que en dos días ha caído un 15,18%, ante la incertidumbre del conflicto con Panamá. Este retroceso ha dejado a los títulos de la constructora en niveles de septiembre del año pasado, en los 3,2 euros y le ha llevado a perder más de 260 millones de euros de capitalización bursátil en dos días. Bankia y Sabadell son otros de los valores más castigados con descensos entre el 5 y el 2%.
En el resto del Viejo Continente la tendencia en 2014 fue la misma y las principales plazas europeas sufrieron caídas superiores al 1% (el Dax alemán se dejó un 1,22% y el francés Cac 40 un 1,12 %). Al margen de los números rojos que tiñen el mercado europeo despunta la bolsa italiana, ya que el Ftse Mib sí logra las cifras positivas con una subida del 0,76 %. Pero si hay algo que destacar es el comportamiento del índice portugués, que en las dos sesiones del año el PSI 20 repunta un 3,2% y está en máximos desde 2011.
Al otro lado del Atlántico y tras recibir 2014 en máximos históricos, los principales índices de Wall Street se mantuvieron en la tónica general y se desinflaron en la primera jornada del ejercicio, y a pesar de que intentaron corregir en la sesión del viernes, el balance anual por ahora es negativo, acumulando caídas alrededor del 0,8% en el caso del Dow Jones y del S&P 500 y un descenso superior al punto porcentual en el caso del Nasdaq 100.
El euro cede frente al 'billete verde'
Por su parte, el dólar sigue ganando terreno en su cruce frente al euro, que se situaba al cierre semanal en los 1,3597 dólares, por debajo de los 1,37 dólares en los que cerró 2013, con lo que se sitúa en niveles no vistos en un mes. De hecho, la divisa común cedía terreno prácticamente frente a todos los cruces, tan sólo ha subido en 2014 contra el franco suizo, la corona noruega y la corona sueca.
También han notado el cambio de año las materias primas. Tanto el Brent -el petróleo de referencia en Europa- como el West Texas -el de referencia en Estados Unidos- se han relajado en las primeras sesiones del año. El primero lo ha hecho alrededor de un 3,5%, hasta los 106 dólares el barril (por debajo de los 110 en los que terminó 2013), y el segundo casi un 4%, hasta los 94 dólares el barril (desde los 98 dólares en los que acabó el pasado año).
Sin embargo, el oro ha cogido fuerza en los primeros compases de 2014, ya que ha subido un 2,7%, desde los 1.202 dólares por onza en los que cerró el año pasado hasta los 1.235 dólares.
