El ministro italiano de Transportes afirma que si se supera el escollo de ACS el proyecto de fusión con Autostrade puede ser valido
ROMA, 10 (de la corresponsal de EUROPA PRESS C. Giles)
Giampio Bracchi, presidente de Milano Serravalle, empresa que tiene la concesión de las autopistas en el Norte de Italia, afirmó que la sociedad estaría dispuesta a dar entrada en su accionariado al grupo Abertis, así como a cederle la gestión de autopistas como la Milan-Lagos y la Milan-Brescia, tras la negativa del Gobierno italiano a la fusión entre el grupo español y el italiano Autosrade.
"No cuenta la nacionalidad de los socios, lo importante es que se hagan inversiones", dijo Bracchi, quien en cualquier caso añadió que ante una posible participación de Abertis, estos no serían el "accionista de control".
Por otra parte, el ministro de Transportes italiano, Alessandro Bianchi, comentó hoy que comparte el rechazo a la autorización de la fusión que han manifestado sus colegas los ministros de Economía e Infraestructuras, relacionado con la presencia de una constructura (ACS) en el accionariado, ya que "responde a excepciones formales".
"Superando este obstáculo, creo que el proyecto tiene una perspectiva estratégica para el país, por lo que si al país le conviene la fusión, ésta tiene que realizarse", añadió en una entrevista publicada hoy por el diario "Corriere della Sera".
El Gobierno italiano rechazó la operación por la futura presencia de la constructora ACS, primer accionista de Abertis, en el accionariado de la nueva compañía resultante de la fusión, lo que violaría una cláusula establecida en 2000 con motivo del proceso de privatización de Autostrade.
Sobre esta cláusula, que ha sido calificado como obsoleta por la ministra Emma Bonino, el ministro de Transportes añadió que "no está tampoco de acuerdo con está norma" pero que hay que respetar que "en otras sociedades de autopistas no están presentes constructores".
CONFLICTO DE INTERESES.
Asimismo, el ministro de Infraestructuras, Antonio Di Pietro, envió una carta al diario "Wall Street Journal", publicada hoy, que calificaba de "excusas basura", las motivaciones para denegar la fusión. En la carta, el ministro vuelve a repetir que "el Gobierno ha aplicado una ley italiana y que no ha actuado movido por un intento de proteccionismo".
"No se trata ni de excusas, ni de basura. Para la ley italiana, una concesión de autopistas no puede ser dada a sociedades de construcción. El motivo me parece evidente: se llama conflicto de intereses", escribe Di Pietro.