
Quién no arriesga no gana. Hace un año elEconomista daba un nuevo paso al frente al lanzar el Eco30. Se trata de un índice de bolsa mundial que recoge una treintena de valores internacionales elegidos según diez criterios fundamentales elaborados por elEconomista a través de la consultora de mercado FactSet. Lo calcula Stoxx y exige una capitalización superior a 4.000 millones de euros y un claro consejo de compra que no se haya visto deteriorado en el último mes.
Además, hay un máximo de cuatro firmas por sector en mercados desarrollados. El mismo límite que de compañías de Japón y Canadá. Asimismo, se excluyen por el momento valores con pasaporte emergente por la dificultad del inversor particular para operar directamente con estos títulos.
Y la cosa no ha ido nada mal. En su primer año de vida y tras someterse a dos revisiones (se realizan cada seis meses) el Eco30 ha conseguido revalorizarse un 22,9 por ciento (sólo ha registrado tres meses en negativo). De este modo, bate al Stoxx 600 que en el mismo periodo de tiempo avanza entorno al 14 por ciento. Es más, ninguno de los principales selectivos europeos consigue superar la rentabilidad anual del índice de elEconomista. En el caso del S&P 500 se queda a tan sólo 3,9 puntos porcentuales de batirlo, ya que el norteamericano gana un 26,9 por ciento (en febrero y mayo sí superó al de EEUU).
Conseguir una revalorización del 23 por ciento no es cuestión baladí, teniendo en cuenta algunos retos importantes que se ha encontrado el índice por el camino. En el primer semestre del año su principal escollo fueron las materias primas, sobre todo el oro que está protagonizando su peor año desde 1981. En este sentido, compañías como Kinross Gold, Goldcorp o Freeport-McMoRan lastraron la evolución del Eco30 al retroceder hasta junio entre un 16 y un 48 por ciento. Un registro que motivó la salida de las tres firmas en la primera revisión a la que se sometió el Eco30 en junio.
Cambios importantes
De cara al segundo semestre del año, uno de los cambios más importantes que vivió el Eco30 fue la salida de Apple (se despidió del índice con una caída superior al 18 por ciento ante la falta de nuevos productos y los problemas con sus proveedores) y el mayor peso que ganó el sector de la salud, que fue el único que contó con cuatro representantes, el máximo permitido. El aumento progresivo de la población mundial, así como de la esperanza de vida y el desarrollo económico han provocado que crezca el número de demandantes, lo que convierte al sector en un valor seguro.
A falta del cierre de diciembre, el Eco30 ha logrado avanzar un 12,8 por ciento en los últimos seis meses (marcó su máximo histórico en novienbre en los 1.275,4 puntos), liderado por Delta Air Lines, Celgene y Gilead con alzas superiores al 83 por ciento. Precisamente en la segunda revisión del selectivo, que se produjo a mediados de mes, las firmas sanitarias volvieron a ser predominantes, siendo Gilead uno de los talismanes.
La biofarmacéutica no ha abandonado el índice desde que nació a principios de año. Acumula una rentabilidad desde entonces del 92,86 por ciento.
Más de un billón de euros
Tras su segunda revisión el selectivo de elEconomista afronta el próximo año anotándose un nuevo logro: por primera vez en su historia el Eco30 cuenta con una capitalización superior al billón de euros. Los valores que más han aportado en esta gesta son JPMorgan, Toyota Motor y Verizon, cuyo peso en bolsa es superior a los 100.000 millones de euros.
Otro de los puntos a destacar enla nueva composición del índice (que ha incluido a veinte nuevas compañías) es su generación de beneficios, ya que para el trienio (2012-2015) se prevé un incremento de las ganancias del 68 por ciento. Un punto más que positivo, ya que el PER (número de veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) se situará el próximo año, según las previsiones, en 12,6 veces, frente a las 20,3 del S&P 500.