Hace casi un año, el pasado 17 de enero, el consejero delegado de Rio Tinto, Tom Albanese, dimitía de su puesto después de reconocer en el balance de la compañía una depreciación de activos de 14.000 millones de dólares dentro de los resultados para 2012. Casi 12 meses después la compañía saca pecho con un cambio de estrategia que ha dado resultados antes de lo previsto después de culminar con éxito un programa de reducción de costes por valor de 2.000 millones de dólares.
El nuevo consejero delegado de la minera, Sam Walsh, anunció el martes el éxito de este programa de austeridad de Rio Tinto (RIO.LO). En una entrevista concedida a Bloomberg explicó que ha propuesto a la junta de accionistas de la compañía la opción de destinar ese montante ahorrado a amortizar deuda o a repartir dividendo entre los inversores de la compañía.
Pero este es sólo el primer paso de la minera, ya que su programa de reducción de costes debería alcanzar los 5.000 millones de dólares al cierre de 2014, un reto ambicioso pero que permitirá a la minera afrontar un futuro complicado para las materias primas en buena situación. Los analistas premian los esfuerzos y los objetivos que ha conseguido la compañía hasta la fecha con una sólida recomendación de compra, mientras que el título se vuelve a aproximar a la zona de 33,3 libras en bolsa, nivel que marca su máximo desde el mes de febrero.