
Un último esfuerzo y el Tesoro Público español habrá completado su programa de financiación a medio y largo plazo de 2013. Sólo le separan unos metros para alcanzar la meta de los 121.318 millones de euros que se impuso para este año. Esta semana puede quedarse a las puertas al subastar bonos el jueves, aunque no parece que haya un sprint final. El organismo encargado de emitir la deuda pública española no necesita acelerar el ritmo, pese a que a estas alturas del año pasado ya había logrado su objetivo.
Antes de iniciar el ejercicio, el Tesoro marcó su calendario de emisiones con varios propósitos. El primero, cubrir los 62.318 millones de euros de vencimientos que se avecinaban en aquel momento. Un segundo, captar otros 59.000 millones netos a medio y largo plazo.
A estas alturas del año, y con tres colocaciones de bonos y obligaciones aún por delante, el organismo ha conseguido un 95,9% de la financiación prevista. Hoy anunciará la cantidad que quiere emitir el próximo jueves y si esta cifra ronda los 4.000 millones como en las últimas colocaciones de bonos, ya lograría un 99% en su carrera por emitir deuda como vía de financiación para el Estado. Ahora bien, podría no marcarse un reto muy alto teniendo en cuenta que únicamente subastará una referencia: bonos a 3 años.
Menos prisa
El propio Íñigo Fernández de Mesa, el secretario general del Tesoro, ya señaló que en esta segunda parte del año el organismo acudiría al mercado de forma más limitada por encontrarse en una situación mucho más cómoda. Si hasta el verano España tenía más adelantada la financiación respecto al calendario del año pasado, en los últimos meses ha frenado el ritmo y ahora va con retraso frente a 2012. El Tesoro alcanzó entonces su meta en una subasta celebrada el 8 de noviembre, con lo que comenzó a reunir dinero para este año con más de 50 días de antelación.
La razón no sólo es que en estos momentos no exista tanta necesidad de acelerar las emisiones por si empeora la situación en los mercados, sino que este año el Tesoro se impuso un reto más elevado. Incrementó su objetivo de financiación a medio y largo plazo un 7,6% respecto a 2012, excluyendo el préstamo del Mede, porque también se enfrentaba a mayores vencimientos que en el último ejercicio.
La otra lectura de la emisión de todos estos títulos, y de que el Tesoro ya haya completado casi todo su programa, es que la deuda pública sigue marcando récords y ya supone un 93,4% del PIB, según los datos de septiembre que publicó el viernes el Banco de España, acercándose al 94,2% que marcó como tope el Gobierno.
A por la plusmarca
En este maratón por obtener fondos para el Estado español, el Tesoro también ha conseguido mejorar su plusmarca. De momento, el coste medio que ha asumido este año es del 2,57%, inferior al 3,01% de 2012. De hecho, desde que España entró en el euro sólo ha conseguido mejores condiciones de financiación en dos años, cuando las agencias de calificación aún otorgaban a la deuda pública española una triple A.
El Tesoro no ha encontrado grandes obstáculos en el camino. Por ejemplo, la rentabilidad media que ha pagado por colocar bonos a 10 años sólo fue superior al 5% en febrero, en la primera subasta de este tipo. Y desde entonces sólo en una ocasión ha repuntado el coste frente a la cita previa, pese a los pequeños repuntes en el secundario (ver gráfico).