Hace una década cuando se hablaba de las grandes constructoras de nuestro país siempre quedaba descolgada OHL por estar fuera del Ibex 35. La empresa presidida por Juan Miguel Villar Mir escapaba de cualquier comparación con ACS, Acciona, Ferrovial, Sacyr o FCC por su pequeño tamaño. Sin embargo, lo que a mediados de los años dosmil generaba animadversión en muchos inversores, la elevada exposición a países no OCDE, se ha convertido en la fortaleza de una compañía que con Ferrovial ha sido recientemente la niña bonita del sector en las carteras de los inversores.
Villar Mir protagoniza como casi nadie en la escena económica la Transición. Después de haberse doctorado en el tardofranquismo, para el que llegó a ser director general de Eempleo y presidente de Altos Hornos de Vizcaya, acabó convirtiéndose en ministro de Hacienda y vicepresidente del Gobierno para Asuntos Económicos en el primer Gobierno del rey Juan Carlos I, durante la presidencia de Carlos Arias Navarro. El 'matusalén' del mercado español, después de cerrar una operación de libro al intercambiar activos de crecimiento por una posición de referencia en el capital de la estable Abertis, pasa sus horas más bajas investigado por donar dinero al PP en el caso Bárcenas.
A sus más de ochenta años se enfrenta al coste de imagen de una acusación como también sufrió el abuelo del fútbol: Stanley Matthews. El que fuera primer Balón de Oro, que se retiró a la edad de cincuenta años en Primera División tras ascender al Stoke, se dedicó a lo del balompié porque cumplió lo que le había dicho su madre: "juega al fútbol, pero si antes de los quince años no has debutado en la selección colegial inglesa, deberás dejarlo". Matthews transformó el fútbol inglés al desterrar el patadón con su regate, su delgadez y agilidad, como Villar Mir revolucionó el mundo de las concesiones abriendo negocio en mercados desconocidos y hasta entonces considerados peligrosos.
Pero Matthews fue la cabeza de turco de su selección tras un mal partido en el que Inglaterra cayó en el barro frente a Gales, cuando contaba con cuarenta años. Un año después es recuperado para la causa para jugar frente a la temible Brasil. Sir Matthews destroza al equipo de Didi por la banda e Inglaterra derrota a Brasil por 4-2. Sólo por aquel encuentro y pese a jugar en un 'segundón' fue elegido Balón de Oro por delante de Di Stéfano.
