El magnate inversor Carl Icahn ha recogido beneficios de su participación en Netflix aprovechando una subida del 457% del valor. En los últimos días, se ha desprendido de la mitad de las acciones que controlaba de la compañía estadounidense de alquiler de DVD y distribución de películas online, que ha pasado del 9,4% al 4,5%.
Icahn, cuya firma adquirió títulos de Netflix por un precio promedio de 58 dólares, ha obteniendo ganancias de entre 700 y 800 millones de dólares por los tres millones de acciones que ha vendido en los 12 días que comenzaron el 10 de octubre y terminaron el martes, según documentos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores de Estados Unidos publicados el martes tras el cierre del mercado.
Icahn todavía es dueño de un 4,5% de Netflix, por debajo del 9,4% informado en junio, la última vez que reveló públicamente sus propiedades.
Las dudas
Tras abrir la sesión con subidas del 9%, las acciones de Netflix han sufrido un descalabro al cerrar con caídas del 9,15 por ciento en los 322,52 dólares. Pese a que Netflix convenció con sus resultados, Wall Street está preocupado por la valoración de la acción, que actualmente se cotiza en torno a 200 veces sus beneficios de 12 meses. De hecho, Icahn ha dejado claro que este ha sido el motivo de su desinversión en la compañía.
"Como un aguerrido veterano de los mercados he aprendido que cuando uno tiene suerte y/o es inteligente para producir un beneficio de 457% en apenas 14 meses, es tiempo de sacar algunas cosas de la mesa", ha manifestado el inversor.
"Quiero agradecer a Reed Hastings, Ted Sarandos y el resto del equipo de Netflix por un trabajo bien hecho. Y por último, aunque no menos importante, quiero agradecer a Kevin Spacey", añadió. Hastings es el consejero delegado de Netflix, Sarandos el jefe de contenidos y Spacey es el actor principal de la serie 'House of Cards', la serie más exitoso de la compañía de contenido audiovisual por Internet.
Los analistas de BofA Merrill Lynch, Nat. Schindler , Justin Post, y Jason Mitchell se encuentran entre los analistas más pesimistas de Wall Street con Netflix. "Es difícil de encontrar defectos, pero aún más difícil de justificar los precios", aseguran al definir la valoración de la compañía en las "nubes".
Brian Fitzgerald, de Jefferies, está de acuerdo. "Nos resulta difícil justificar esta valoración dados los riesgos de aumento de los costes de contenido, la fuerte competencia y la dificultad que oueden tener al recaudar capital adicional para financiar las operaciones".