A doce horas del límite permitido llegaron las primeras señales de acuerdo en Estados Unidos para elevar el endeudamiento del país. Pero las bolsas llevaban días dando por hecho un desenlace positivo a base de marcar nuevos máximos anuales al margen de la tensión política.
La confirmación sirvió de espaldarazo definitivo para los inversores en Wall Street -se conoció con el mercado europeo ya cerrado- y tanto el S&P 500 como el Dow Jones se anotaron más de un 1% de rentabilidad en la sesión. El Nasdaq 100 incluso marcó un nuevo máximo anual con un avance que también superó el 1%.
Antes, en Europa, la sensación de que el acuerdo era inminente dejó nuevos altos anuales para varios índices: el Mib italiano, tras sumar un 1,4%, el Dax alemán que avanzó un 0,5%, y el Ibex 35. El principal índice español, tras sumar otro 0,7% y cerrar en los 9.879 puntos, se ha quedado a un 1,2% de la barrera de los 10.000. Fueron los grandes valores los que apuntalaron la subida del índice, con alzas del 2,1% en el caso de Santander y de más del 1% para BBVA, Telefónica, Iberdrola y Repsol -aunque la mayor alza del día fue para BME, del 2,8%-. Así, el 20% de rentabilidad que acumula el indicador en lo que va de año lo ha convertido en el más rentable entre los principales de la zona euro, amenazando incluso la revalorización que viven los índices de Wall Street -iguala la que ofrece el S&P 500 y supera la del Dow Jones-.
100.000 millones más
Este año va camino de convertirse en el mejor de la bolsa española desde 2009 -los tres anteriores se cerraron con números rojos-. Y el avance que protagoniza el Ibex 35 ha permitido que el valor de las compañías que se incluyen en él supere desde el pasado jueves el medio billón de euros, el nivel más alto desde 2011. Y es que, sólo en 2013, las 35 empresas del indicador han ganado 100.000 millones de euros de valor, según datos de Bloomberg.
Pero el mercado no ha encontrado excusa para subir sólo en un acuerdo que daba por hecho: "también la sensación de que la retirada de estímulos en EEUU va a posponerse al menos hasta finales de año ha dado más gasolina a los mercados", añade Soledad Pellón, de IG. Y es que uno de los mayores críticos con el programa de compra de activos de la Reserva Federal, el presidente de la Fed de Dallas, Richard Fisher, señaló mientras se sucedían las negociaciones en torno al techo de deuda que podría ser difícil para él estar a favor de reducir los estímulos en la próxima reunión de octubre -se producirá los días 29 y 30-. Y, aunque el hecho de que sí se haya llegado a un acuerdo político pueda invalidar en cierta forma esas declaraciones, el Libro Beige que publica mensualmente la Reserva Federal mostró que en torno a una tercera parte del país experimentó un crecimiento un poco más lento en septiembre y principios de octubre, lo que añade de todo menos premura a la reducción de los estímulos económicos.
Ahora la gran pregunta es si parte de los inversores han comprado con el rumor (de acuerdo) y pueden recoger beneficios con la noticia. Aunque la reacción de Wall Street fue alcista después de que ésta se confirmase, hay escépticos que sí ven argumentos para que pueda producirse una pequeña corrección. "Técnicamente la bolsa está muy comprada. Desde luego, su comportamiento reciente no ha sido muy racional y los datos macro, han empeorado. Los resultados son peores en Europa y ajustados a la parte baja. En puridad, hay muchas razones para considerar que todo ha ido muy rápido", afirma José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.
En el mercado de deuda, las compras de deuda española llevaron la rentabilidad del bono a 10 años a caer del 4,31 al 4,29%, con lo que la prima de riesgo se relajó por quinto día consecutivo, hasta los 237 puntos. Y en el terreno de las divisas el euro defendía el nivel de los 1,35 contra un dólar que se debilitó un 0,5% tras el acuerdo. El crudo fue uno de los activos que más lo celebró, con alzas en torno al 1%, que llevaron al Brent de referencia en Europa a quedarse a las puertas de recuperar los 111 dólares.
