LANSING (ESTADOS UNIDOS), 4 (EUROPA PRESS)
La nueva planta del mayor fabricante de automóviles del mundo, General Motors, en la localidad estadounidense de Lansing, en el Estado de Michigan, ha recibido la categoría oro de la certificación medioambiental Green Building Conuncil's Leadership in Energy and Enviromental Desing (LEED), informó hoy la compañía.
La factoría ha recibido la certificación oro LEED, que por primera vez ha sido concedida a una fábrica, por su compromiso con el Medio Ambiente, como el reciclado de agua de lluvia para la limpieza de los lavabos o haber sido fabricada con materiales reciclados, entre otras medidas.
Durante los diez primeros años de existencia de la instalación, la compañía espera que se ahorren 1,8 millones de hectolitros de agua y cerca de 30 millones de kilovatios/hora de energía eléctrica.
En este sentido, el director ejecutivo de la empresa, David Skiven, explicó que la nueva factoría de Lansing "es la primera de una nueva generación de edificios industriales". Asimismo, subrayó que la puesta en funcionamiento de esta instalación "pone de manifiesto que la fabricación sostenible de edificios es económica".
La fábrica de Michigan es uno de los 550 edificios en todo el mundo que ha recibido esta certificación medioambiental y solamente tres de ellos han alcanzado la categoría oro.
Esta nueva instalación acometerá la fabricación de los modelos Saturn Outlook, GMC Acadia y del Buick Enclave y comenzará su producción a finales de este año.
BENEFICIO MEDIOAMBIENTAL.
Entre las ventajas medioambientales de este edificio se encuentran la eficiencia energética, que permitirá a la empresa ahorrarse cerca de un millón de dólares (783.000 euros) anuales. Asimismo, los dispositivos de aire acondicionado y calefacción no utilizan sustancias contaminantes, como CFCs.
Por otro lado, este edificio fue construido con un 25% de materiales reciclados y más del 60% de los materiales utilizados fueron adquiridos a las empresas de la zona, con el fin de beneficiar a la economía local.
Finalmente, el agua utilizada en los lavabos es recogida de la lluvia y permitirá alcanzar un ahorro anual de 231.000 litros de agua al año.