
Los últimos plazos fijos lanzados que ofrecen un 3% están vinculados a la aportación de dinero adicional en el caso de Popular o a la entrega de la nómina en el caso de Bankinter.
Imagine que recibe una llamada telefónica donde le comunican que ha sido galardonado con premio de 1.000 euros. Así, sin más, sin necesidad de ningún sorteo. Su alegría puede ser máxima hasta que el operador, muy amablemente, le hace saber que, a cambio, si quiere recibirlo, será necesario que se abone a sus servicios durante un año. En ese mismo instante, la euforia cae en picado.
Se trata de una situación que bien podría compararse a lo que ocurre con el lanzamiento de los últimos depósitos que prometen un 3% de rentabilidad a bombo y platillo. Más que nada, porque en realidad se trata de plazos fijos que están vinculados a la aportación de dinero adicional sobre el ya depositado en algunos casos o a la entrega de la nómina y domiciliaciones en otros. De lo contrario, el 3% no existe.
Quien premia cada euro nuevo que el cliente traslade hasta su entidad es Popular. Fue, como siempre suele ser habitual cuando se producen movimientos en la oferta comercial de depósitos, la primera en mover ficha a principios de septiembre, con el inicio de una nueva campaña para captar pasivo que, como el propio banco explicó, busca captar nuevos clientes y vincular los que ya existen ahora que se avecinan fuertes vencimientos de depósitos. Para los primeros, la rentabilidad oscila entre el 2% y el 2,5% en función del plazo. Para los segundos, para los que ya son clientes, la entidad brinda un 3% a tres meses, renovable hasta un máximo de doce meses, como gancho para retenerlos siempre que éstos aumenten su posición de capital con dinero nuevo. Si no, no hay oferta.
Solo unas semanas después, la siguiente en seguir sus pasos fue Bankinter. A diferencia de lo que sucede con Popular, sus actuales clientes no podrán aspirar a conseguir un 3% (la rentabilidad establecida para ellos es del 2%). Esa cota está limitada para los nuevos clientes que, además de hacer un depósito con el banco, decidan vincular su nómina con Bankinter -un activo que todo usuario debería maximizar frente a su entidad-. De lo contrario, la rentabilidad que ofrece el banco se reduce hasta el 2%.
La única forma de optar a un depósito con intereses cercanos al 3%, sin vinculaciones de ningún tipo ni de requisitos adicionales, es contratarlo con Espirito Santo que, a pesar de que recientemente ha vuelto a reducir la rentabilidad de su plazo fijo desde el 3 al 2,8 por ciento, sigue estando por encima de lo que ofrece de media a un año el resto del sector: un 1,73%.
Y bajando, porque los últimos bancos en recortar la retribución de sus imposiciones han sido Deutsche Bank, que ha pasado del 1,75% al 1,5%, y NCG Banco (Novagalicia Banco), que ha menguado desde el 1,77% al 1,25%.
Entre tanto descenso, solo hay una excepción y se llama BBVA. Aunque la gran banca (BBVA y Santander) siempre se ha mostrado menos activa a la hora de captar pasivo frente a entidades como Popular o Bankinter -siempre han sido las primeras en sacar su artillería pesada cuando aún existía la guerra del depósito-, el plazo fijo que ofrece la entidad presidida por Francisco González entrega ahora un 1,75% a trece meses, pese a que la mayor parte del año este producto ha ofrecido un interés que podía alcanzar hasta el 1,5% dependiendo de la vinculación que el cliente estableciera con el banco.

Claves para no perderse
Entre tanto movimiento, la pregunta más frecuente que se hacen los ahorradores es si los depósitos aún tienen margen para subir o su recorrido ya está agotado... Por no hablar de la eterna duda: ¿qué rentabilidad debe marcarse como objetivo ahora que empieza el nuevo curso y los depósitos están de capa caída?
Como guía básica para entender hacia dónde irán los depósitos en los próximos meses, debe tener en cuenta que hasta final de año se producen fuertes vencimientos de plazos fijos, que provocarán repuntes puntuales de la oferta comercial (como es el caso de la de BBVA) para retener a los clientes que han visto cómo el depósito que contrataron al 4% hace un año termina ahora y están buscando qué hacer con su dinero.
Pero pasada la oleada de vencimientos, no hay que perder de vista que los tipos de interés en Europa se encuentran históricamente bajos, en el 0,5%, y que la idea de que el Banco Central Europeo (BCE) pueda reducirlos aún más en un futuro toma cada vez más fuerza. Por norma general, los cambios de política monetaria suelen obligar a las entidades a replantearse la gestión de su pasivo y, en concreto, la recompensa que ofrecen a sus clientes por depositar su ahorro.