El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha dicho este lunes que espera una "recuperación lenta" de la Eurozona durante los próximos meses y ha avisado de que el nivel de paro es "demasiado alto" y de que el crédito a las empresas sigue reduciéndose.
Sobre la banca, el italiano ha explicado que el banco central está preparado para realizar otra mega-inyección de liquidez a 3 años, las denominadas LTRO, "si es necesario" para la banca, y ha recalcado que el BCE puede usar cualquier herramienta a su disposición.
"Estamos preparados para usar cualquier instrumento, incluyendo otra LTRO si es necesario, para mantener los tipos de los mercados monetarios a corto plazo a un nivel que esté garantizado por nuestra evaluación de la inflación a medio plazo".
Los bancos de la eurozona ya han reembolsado 331.000 millones de euros de las operaciones de LTRO realizadas a finales de 2011 y principios de 2012, cifra que representa el 63,5% de la inyección neta de liquidez realizada por el BCE en el sistema, según ha explicado Draghi.
En su opinión, se trata de un "buen signo" porque "muestra que los bancos son menos dependientes de la financiación del BCE y pueden financiarse ellos mismos en el mercado, o vía depósitos, o intercambiando líneas de crédito".
Mantendrá los tipos bajos
Al mismo tiempo, Draghi ha admitido que, ante esta reducción de liquidez, los mercados "pueden reaccionar aumentado los tipos de interés a corto plazo". Por ello, el BCE se ha comprometido a mantener los tipos de interés al nivel actual (0,5%) o inferior durante "un largo periodo de tiempo" y no descarta otras opciones como una nueva LTRO.
"La significativa mejora de la situación de financiación de los bancos desde verano de 2012 todavía no se ha traducido en una mayor provisión de crédito", ha admitido el banquero italiano. No obstante, Draghi ha explicado que la falta de crédito a las pymes se debe también al alto nivel de endeudamiento de muchas empresas y a la falta de demanda.
A su juicio, es esencial "adoptar medidas eficaces para reducir la fragmentación del mercado de crédito en la eurozona y para reforzar la resistencia de los bancos donde sea necesario". "La política monetaria contribuye a estos objetivos, pero sólo puede abordar los problemas en la transmisión en la medida en que no estén relacionados con barreras más estructurales", ha explicado.
A vueltas con los test de estrés
Draghi ha indicado que la evaluación de balances bancarios y la nueva ronda de test de estrés que realizará el BCE a las 130 mayores entidades de la Eurozona el año que viene antes de asumir las tareas de supervisión contará con la colaboración de consultores privados y será estricta para que resulte creíble a los mercados.
"La revisión de la calidad de los activos y la evaluación de balances sólo serán útiles si son creíbles. Debemos hacer todo lo que sea necesario, es nuestra convicción. De lo contrario será completamente inútil o contraproducente", ha dicho Draghi a los eurodiputados. "Nuestra evaluación será completa y rigurosa porque necesitamos una visión clara", ha apuntado.
"Uno de los resultados que esperamos de estos test es disipar la niebla que hay sobre los balances de los bancos de la eurozona y de Europa", ha insistido. A su juicio, las dudas sobre el sector son "exageradas", pero la única forma de acabar con ellas es "arrojar luz" sobre los balances bancarios.
El presidente del BCE ha pedido además a los Estados miembros que preparen fondos nacionales para cubrir los déficits de capital que detecten los test y que no puedan cubrirse en el mercado.
La disponibilidad de ayudas públicas nacionales, ha proseguido, es "absolutamente esencial" para garantizar la credibilidad del ejercicio. A juicio de Draghi, resulta "realista" pensar que serán suficientes incluso en países con problemas como Grecia o España, ya que los bancos "han aumentado considerablemente su nivel de provisiones" y hay "mucha más confianza" que cuando se hicieron los anteriores test.
Recuperación lenta
"La actividad económica de la Eurozona continuará su lenta recuperación en el actual trimestre, pese a los débiles datos de producción de julio", ha dicho Draghi en una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara.
"Mirando hacia el futuro, la actividad económica se beneficiará de una mejora gradual en la demanda doméstica, con el apoyo de la política monetaria acomodaticia del BCE y del refuerzo de la demanda externa para las exportaciones de la Eurozona", ha señalado el banquero italiano.
"No obstante, el paro en la Eurozona sigue siendo demasiado alto y la recuperación todavía debe consolidarse de forma firme", ha resaltado el presidente del BCE. Draghi ha pronosticado que la tasa de inflación, que bajó en agosto hasta el 1,3%, se mantendrá controlada "reflejando la debilidad general en la demanda agregada y el ritmo modesto de la recuperación".