
Aunque cada vez hay expectativas más favorables sobre el crecimiento económico mundial que invitan a pensar en asumir algo más de riesgo, con renta variable y materias primas, la subida registrada por estas últimas durante la época estival no se ha materializado todavía en una mejora de las estimaciones de ganancias para las grandes cotizadas del sector en los próximos años.
En la última actualización de este mes del conocido Reloj de la Inversión, Trevor Greetham, director general de gestión de activos de Fidelity, apunta que la economía atraviesa una etapa de sobrecalentamiento, que se caracteriza por un endurecimiento de las políticas monetarias de los bancos centrales que debería favorecer tanto a la renta variable como a las materias primas -una forma de invertir en ellas es entrar a través de economías emergentes-. Y lo cierto es que si la deuda ha sido la gran favorita en la primera parte del año, la última encuesta de Bank of America Merril Lynch (BofA) refleja que se está produciendo una gran rotación hacia la renta variable mientras que las commodities han protagonizado un verdadero rally este verano... ¿Significa entonces que estamos ante un cambio de ciclo? Por el momento, aunque cada vez se hable más de una mejoría en la perspectiva de crecimiento de la economía global, la subida registrada por las materias primas en el mercado durante la época estival sigue sin trasladarse a las estimaciones de beneficio de las compañías del sector.
El debate está sobre la mesa. Según explica Trevor Greetham, "las perspectivas para el crecimiento mundial han mejorado notoriamente durante los últimos meses, cuando se han registrado las mejores lecturas desde 2009". Sin embargo, el rebote registrado por las materias desde que empezó el verano aún no lo respalda. Por norma general, la apuesta por estos recursos suele anticipar una mejoría de la economía real y, por extensión, a las compañías que basan su actividad en ellas en forma de mayores beneficios. Y, sin embargo, todavía no hay ni rastro de mejora.
Puede que aún sea pronto. Pero para que se haga una idea, la situación actual es que si el consenso de mercado recogido por FactSet fijaba en junio en 38.793 millones de euros las ganancias de las diez mayores empresas por capitalización bursátil del sector para el año que viene; a día de hoy, la estimación cae hasta los 32.562 millones. Es decir, se ha producido un tijeretazo del 16% en solo tres meses.
Entre las más perjudicadas está ArcelorMittal, ya que los expertos han recortado su estimación de beneficio para 2014 más de un 30% desde junio. Pero ojo, porque el punto positivo es que la media de bancos de inversión espera que Arcelor reduzca sus pérdidas un 90% este año, hasta los 333 millones de euros, para tornar a cifras positivas en 2014 y 2015 -ver página 9-.
Tampoco se libra Freeport, la minera estadounidense especializada en extracciones de cobre y oro con sede en Estados Unidos que abandonó el Eco30 en su última revisión. El motivo es que sus previsiones de beneficio viven otro de los mayores recortes del sector (junto a Goldcorp), ya que los expertos las han reducido hasta los 2.303 millones de euros para 2014 -un 24% menos de lo que creían que lograría en junio-. No obstante, a pesar del castigo que ha supuesto a sus títulos el desplome que acumula el oro en lo que va de año, sus acciones consiguen repuntar más de un 28% desde el mínimo que marcó el pasado 24 de junio, cuando tocó los 26,82 dólares. Pero además, el consenso de mercado recogido por FactSet aconseja comprar el valor. Como aliciente, además, la caída vista en sus estimaciones de beneficio no significa que sus ganancias dejen de crecer durante los próximos años, ya que se incrementarán un 26% en 2014 y un 10% en 2015.
La fotografía se repite, casi idéntica, en el resto del sector si se mira a dos años vista. Si en junio los analistas estimaban unas ganancias en conjunto para las diez cotizadas más grandes del sector de 43.198 millones en 2015, ahora la cifra se ha reducido hasta los 38.206 millones, es decir, un 12% menos.
Una japonesa... Se salva
La excepción que confirma la regla se llama Nippon Steel & Sumitomo Metal Corp, un fabricante de acero de origen japonés que luce una sólida recomendación de compra y acumula en el año una revalorización bursátil del 66%. Por el momento, a la espera de que la mejora que viven las materias primas en el mercado se traslade a una mejoría en los fundamentales de las empresas que basan su actividad en ellas, como sucede en Nippon Steel, Tomás García Purriños, asesor de Cortal Consort, explica que el hecho de que "China lo haga mejor de lo esperado es interesante para los metales industriales. Se están viendo entradas de flujos muy importantes". Por ejemplo, desde los mínimos que marcaron a finales de junio metales como el niquel o el cobre, ambos han logrado recuperar sobre un 10% en apenas tres meses.
