"Viva España" es el título del último informe de Morgan Stanley. Es solo un preámbulo del optimismo y el cambio de visión que muestran los analistas del banco estadounidense sobre nuestro país. No hay que irse lejos para encontrar oportunidades en la renta fija. Desde la firma, no solo se muestran "alcistas" con la deuda española a largo plazo, sino que además la recomiendan frente a otros países europeos.
Aconsejan comprar bonos españoles a 10 años frente a los italianos del mismo vencimiento y en el caso de la deuda a 3 años se declinan por la de España en lugar de la de Alemania.
El martes la brecha entre el papel a 10 años español e italiano se volcó a favor de Italia, debido al cambio de la referencia de la deuda a una década del país transalpino. Los analistas del banco de inversión recomiendan comprar los títulos españoles y marcan como objetivo un diferencial negativo de 100 puntos. Para la deuda a 3 años, Morgan Stanley prevé que la distancia entre la germana y la española se estreche hasta 150 puntos básicos. La distancia era de 196 puntos, ya que el bono español con vencimiento en 2018 ofrecía un interés del 2,366%, mientras el del alemán cerró en el 0,405% -ver gráfico-.
Este mejor comportamiento de la deuda made in Spain se justifica por la "aceleración de la economía española", donde Morgan Stanley destaca que la competitividad de las empresas está mejorando y que los costes laborales se mantienen a la baja frente al aumento en Italia. No es la única comparación con el país transpalpino. Para la firma, España no es Italia, y es "inapropiado" que el mercado haya valorado de forma similar a la deuda de ambos países. De hecho, califica de "caso ejemplar" los progresos de nuestro país frente a los vecinos. Destaca las reformas en el sector financiero, los avances en el mercado laboral y en materia fiscal.
Los gestores no lo ven claro
Aunque el banco de inversión norteamericano es positivo con los bonos españoles, los grandes gestores de fondos han comenzado a replegar velas en el mercado de deuda, antes incluso de que la Reserva Federal desvele, alguna pista sobre la retirada de estímulos económicos. Según la última encuesta de Bank of America Merrill Lynch (BofA), un 68% de los profesionales de la gestión de fondos infrapondera los bonos en su cartera. El dato más alto desde abril de 2006.
El sondeo revela que se está produciendo una gran rotación desde la deuda a la renta variable (la brecha entre ambas en las carteras de los gestores es la más amplia desde febrero de 2011). Pero, con la bolsa norteamericana en zona de máximos, el dinero ya no está entrando con la misma fuerza en Wall Street.
"Creemos que el temor al tapering (retirada de estímulos de la Reserva Federal) ha estimulado una rotación de EEUU a la eurozona y Reino Unido", indican desde BofA. De hecho, según la asignación de activos que están llevando a cabo los profesionales de la gestión que han participado en la encuesta, la parte que dedican a bolsa americana ha caído al nivel más bajo de los últimos nueve meses. En cambio, la exposición a la zona euro, se ha elevado hasta el punto más alto desde septiembre de 2007, y se ha convertido en la región favorita por primera vez en seis años. Además, la bolsa británica tiene el mayor número de adeptos en 11 años.
