Bolsa, mercados y cotizaciones

El Ibex puede con el máximo anual y deja la senda alcista en manos de la Fed

  • El Ibex 35 alcanza los 8.941 puntos tras anotarse un avance del 3,3%
  • La prima de riesgo se relaja hasta 252 puntos básicos

La renta variable europea cierra la semana en positivo, siendo el selectivo español el más alcista de Europa, y con el Dax alemán y el Cac francés a tan sólo un 0,2% de su techo anual.

Sin duda esta ha sido una semana importante para el Ibex 35, que continúa imparable con la tendencia alcista afianzada la semana pasada, a pesar de que la tónica del viernes se debatió entre comprar o recoger beneficios. La senda iniciada, que está en manos de lo que anuncie la Reserva Federal (Fed)esta semana respecto a la retirada de estímulos a la economía, podría alargar un mercado mucho más alcista. Y es que el avance del Ibex en septiembre es alentador, ya que sube en nueve de las diez sesiones, con una revalorización que roza el 8%.

Sin embargo, aunque el selectivo de referencia español esté en máximos de 2011, nunca había estado tan caro como ahora, debido al constante deterioro en las estimaciones de beneficio de las compañías españolas. Cotiza a un PER -número de veces que el beneficio queda recogido en el precio de la acción- de 13,5 veces, lo que supone el precio más alto desde las 13,7 veces a las que se pagaba antes de la crisis económica, es decir, niveles de 2007. Aunque los expertos creen que vamos a asistir a mejoras de las previsiones de beneficio en próximas fechas.

Sin duda, el sector que más ha aprovechado las compras generadas en la renta variable ha sido el bancario. El mercado parece haber perdonado a las entidades españolas, tanto que en las revisiones del último mes ya tienen una recomendación de mantener. Así, los valores que más impulsaron al Ibex 35 en la semana fueron Sacyr, con un avance del 13,5%, Jazztel, con un repunte del 8,4%, Popular y CaixaBank, que consiguieron subir un 8%, y Bankinter, que se apuntó en torno al 7% en las últimas cinco sesiones. De hecho, el alza del 3,3% del Ibex en la semana dio el impulso necesario para que Jazztel, Sacyr, Inditex, BBVA y Mediaset marcaran sus precios máximos del presente ejercicio.

La fiesta alcista también se contagió durante la semana al resto de parqués europeos. De esta forma, el Dax alemán se apuntó una subida del 2,81% y el Ftse Mib italiano del 1,75%. Sin embargo, la ligera corrección que sufrieron tanto el índice germano como el francés a finales de semana les llevó a quedarse a las puertas de batir máximos anuales, de los que se quedaron a tan sólo 21 y 9 puntos -alrededor del 0,2%-, respectivamente.

Al otro lado del Atlántico, la renta variable permitió un repunte de las bolsas del Viejo Continente hacia el final de la jornada, animada por el desarme químico de Siria y los últimos datos macroeconómicos procedentes de China, que desmienten la temida ralentización del gigante asiático, que tiñó de rojo los mercados antes de la época estival.


Pendientes de la Fed

Y es que todos los ojos están puestos en la próxima reunión de la Reserva Federal, que se celebrará los días 17 y 18 de septiembre. En ella se darán a conocer los detalles sobre el cómo y el cuándo de la progresiva retirada de los estímulos monetarios del QE3 (Quantitive Easing).

Es más, el hecho de que se baraje que la entidad presidida por Ben Bernanke podría comenzar a cerrar el grifo -actualmente se destinan unos 85.000 millones de dólares mensuales a las compras de bonos, que podrían verse reducidas hasta en 20.000 millones- provocó a mediados de la semana una huida de los inversores del mercado de deuda de referencia, como la alemana y la estadounidense. Por este motivo, los inversores pagaron un mayor precio por el bund alemán, cuyo rendimiento escaló desde el 1,950 de la semana pasada hasta el 1,975% actual -llegando incluso hasta el 2,045% a mitad de la semana- , mientras que la del T-Note estadounidense se mantuvo por debajo del 2,9%.

El pequeño trasvase de inversores que se produjo desde la deuda de referencia hacia la periférica llevó a la prima de riesgo -que mide la diferencia entre el rendimiento del bono español a diez años con el alemán- a descender hasta los 252 puntos básicos desde los 258 en los que se situó la semana anterior, su nivel más bajo desde junio de 2011. Esto tuvo un efecto positivo en la deuda española, y la rentabilidad del bono español a diez años consiguió relajarse hasta el 4,485%, frente al 4,517% que registró la semana anterior. El termómetro de la crisis está de enhorabuena ya que, por primera vez desde marzo de 2012, nuestra prima de riesgo se sitúa por debajo de su homóloga italiana, y la brecha entre ambas se ha estrechado hasta cuatro puntos básicos -el riesgo país del país transalpino es de 260 puntos básicos-.

Se produjeron ventas en el mercado de deuda italiano, cuyo rendimiento ascendió hasta el 4,574%, y en el de Portugal, que repuntó hasta el 7,260%.

El petróleo consigue 'relajarse'

El clima de inestabilidad sociopolítico generado por el posible ataque químico de Siria provocó un vertiginoso aumento en el precio del oro negro que llevó al barril de Brent, de referencia en Europa, por encima de los 116 dólares en los que cerró la semana pasada. Pero después de la tempestad llegó la calma y, sin intervención militar a la vista, el precio del crudo consiguió relajarse un 3,47% hasta los 112 dólares el barril que vale actualmente. En la misma línea se situó el de referencia el Estados Unidos, el West Texas, que tras caer un 2,56% durante la semana consiguió de nuevo recuperar los 107 dólares por barril.

Por su parte, el dólar cedió terreno ante la próxima reunión de la Fed y el euro se revalorizó hasta los 1,3295 dólares. Pero la volatilidad del billete verde también ha estado impulsada por el juego al despiste que han protagonizado los últimos datos económicos procedentes de Estados Unidos. Y es que el jueves se dio a conocer el dato de las peticiones iniciales de desempleo semanales, que se desplomaron de forma inesperada en 31.000 personas hasta un efectivo de 292.000, lo que la sitúa en niveles de abril de 2006. Pero la cifra tiene trampa: la drástica caída de peticiones se debe a un error en las redes informáticas por parte de dos estados, y no a un cambio en las condiciones del mercado laboral, según explicó un portavoz del Departamento de Trabajo estadounidense en Washington.

El oro, por su parte, despidió la semana con caídas, y tras dejarse alrededor de un 5 % en las últimas cinco sesiones se situó en los 1.308 dólares por onza.

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