Tras una semana en la que la euforia fue el patrón del barco alcista al que se subieron las compañías del Ibex 35, la resaca post olimpica (Madrid fue la primera sede descartada) no ha hecho demasiada mella en el principal selectivo español.
Si bien es cierto que despidió la jornada en números rojos al caer un 0,26%, hasta los 8.632,5 puntos, el índice consiguió aguantar los 8.600 puntos -lo máximo que retrocedió en la sesión fue un 1%-. No obstante, las ventas pusieron fin a cinco jornadas consecutivas de alzas en las que el Ibex 35 acumuló un repunte del 4,4%.
"Tono mixto en las bolsas europeas en una jornada de corte consolidativo que no ha cambiado en demasía el panorama técnico, que sigue siendo potencialmente alcista tras batirse el viernes de forma generalizada resistencias", señala Joan Cabrero, analista de Ágora Asesores Financieros.
El ladrillo sí sufre
A pesar de que la respuesta del Ibex 35 a la eliminación de Madrid como sede de los Juegos Olímpicos de 2020 fue tibia, algunos integrantes del selectivo sí sufrieron las consecuencias, como es el caso de las constructoras españolas. De hecho, la semana pasada fueron las más beneficiadas por la expectativa de que España acogiese el evento deportivo más importante del mundo 21 años después (Barcelona fue la sede de los Juegos Olímpicos en 1992). En este sentido, de media escalaron un 3,2%, pero en la sesión FCC fue la encargada de liderar las pérdidas del Ibex 35. Con una caída del 2,35%, la empresa que dirige Esther Alcocer Koplowitz se convirtió en la empresa más bajistas del selectivo y cerró en los 14,33 euros. En el caso de ACS las cifras negativas también fueron las protagonistas y el grupo descendio un 0,9%, mientras que Sacyr encajó mejor el golpe y retrocedió un 0,4%. Quien no se resintió fue OHL, que logró despedir la sesión con un alza del 0,24%.
Por otro lado, otras de las compañías que no vivieron su mejor jornada fueron Ebro Foods, Grifols y Red Eléctrica, que cayeron un 1,8%, un 1,5% y un 1,2%, respectivamente.
