No hay acción que no tenga consecuencia. Un concepto que recogió a la perfección la cotización del euro. Y es que el mensaje pronunciado por el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, tras la reunión que mantuvo la institución monetaria, volteó la evolución positiva que estaba protagonizando la divisa comunitaria, que se dio inmediatamente la vuelta bañada por los números rojos.
Así, la certeza de que el nivel actual del 0,5% de los tipos de interés se prolongará y la posibilidad incluso de que el banco central pueda rebajarlos provocó que la moneda común se desplomase hasta un 0,7% a lo largo de la sesión, hasta situarse en los 1,3111 dólares, su nivel más bajo desde el pasado mes de julio -había llegado a escalar hasta los 1,3223 billetes verdes-. De este modo, la divisa única continúa con la senda bajista que venía protagonizando en las útimas sesiones, a excepción del miércoles cuando consiguió subir un 0,28%. En este sentido, el euro se deprecia en su cruce contra el dólar alrededor de un 0,7% desde enero.
No obstante, además del mensaje lanzado por Draghi, los sólidos datos publicados al otro lado del Atlántico, donde se conoció que la actividad del sector servicios de Estados Unidos repuntó en agosto hasta el nivel más alto desde finales de 2005, lastraron la evolución de la divisa única frente al dólar.
Hoy el mercado intercambiario estará muy atento al dato de empleo del mes de agosto que se publicará en Estados Unidos -el mercado espera que se hayan creado unos 180.000 puestos de trabajo- y que precede a la reunión que la Reserva Federal mantendrá el próximo 17 y 18 de septiembre, fecha en la que podría decidirse qué rumbo tomará la política monetaria de la primera economía del mundo.
Más 'números rojos'
Sin embargo, el euro no sólo se debilitó contra el dólar, sino que también lo hizo contra sus principales cruces. De hecho, frente al dólar canadiense firmó su novena sesión consecutiva a la baja.