El pánico se desató el martes ante el inminente ataque de Estados Unidos a Siria. La mayoría de las principales bolsas del mundo despidieron la sesión con fuertes caídas ante el temor de que se desatase el caos en Oriente Medio y que el impacto en el precio del petróleo pudiese poner trabas a los avances que está experimentando la economía. Pero fue otro cantar y la clave estuvo en el cómo.
La manera en la que Estados Unidos actuaría en el conflicto del país que preside Bashar al Assad calmó los ánimos y permitió a la bolsa española e italiana apuntarse alzas.
Y es que probablemente el ataque consistiría en el lanzamiento de misiles contra instalaciones militares durante dos o tres días con el objetivo de dar un toque de atención por el uso de armas químicas contra la población civil, pero sin ánimo de una mayor involucración en el conflicto -cabe recordar que Estados Unidos invadió Irak en 2003 alegando que el régimen de Sadam Husein poseía armas de destrucción masiva sin que éstas fuesen halladas-. Tampoco quieren que ocurra lo mismo que en Libia, donde el dictador Muamar el Gadafi fue asesinado quedando el país en manos de los rebeldes.
En este sentido, el propósito de Barack Obama de poner simplemente un correctivo a Siria para que no quede impune la agresión que sufrió la población, permitió que los mercados viviesen una jornada más tranquila. Aunque la mayoría de los principales selectivos no evitaron los números rojos, las caídas fueron mínimas e incluso algunos índices lograron ponerse en positivo. Es el caso del Ibex 35 que concluyó la jornada con un alza del 0,05%, hasta los 8.398,10 puntos, impulsado por la apertura al alza de los índices más importantes de Estados Unidos. "La apertura de Wall Street marcó un cambio de tendencia en el selectivo, que a lo largo de la sesión se había dejado más de 1% amenazando los 8.300 puntos", señala Julián Lirola, analista de Self Bank.
En este contexto, si bien el sector de las aerolíneas siguió siendo uno de los más castigados -IAG retrocedió un 3,85%-, otros como el de las petroleras hicieron su agosto gracias al repunte del oro negro. De hecho, Repsol fue el valor más alcista del principal selectivo español con un avance del 3,19 % y el cuarto que más escaló del sector en el viejo continente, que dirigió las alzas en Europa con una subida del 2,36%. Otras petroleras como Eni, Galp, Statoil o BG Group repuntaron entre un 2,8 y un 5%.
"En un momento en el que la gran mayoría de índices sectoriales está sufriendo una gran presión vendedora y puede verse la cesión de soportes importantes, nos llama la atención el comportamiento del sectorial Stoxx Europe 600 Oil & Gas (...) que abre la puerta a un probable movimiento alcista que podría ser, además de sensible, sostenible en el tiempo", señala Joan Cabrero, analista de Ágora Asesores Financieros.
Otros de los valores más alcistas de la sesión fueron FCC, que repuntó un 3,16%, Sacyr, que avanzó cerca de un 2,5% y Acciona y BME, que escalaron un 2 y un 1,4%, respectivamente. Precisamente BME protagonizó un nuevo máximo en la sesión al alcanzar los 22,47 euros, su precio más alto desde octubre de 2009.
Europa se queda 'tibia'
En el resto de plazas europeas el Ftse Mib italiano fue el único, que junto al Ibex 35, registró cifras positivas. De este modo, el selectivo transalpino escaló un 0,98%, hasta los 16.743,09 puntos impulsado por la banca. Mientras Banco Popolare subió un 6,8%, UBI Banca y Banca Popolare dell'Emilia Romagna avanzaron un 6,4 y un 5%, respectivamente.
Las entidades financieras también fueron las protagonistas en Reino Unido, donde Barclays, Lloyds y Royal Bank of Scotland ganaron un 1,2, un 1,7 y un 1,8% en cada caso -aún así el británico Ftse 100 retrocedió un 0,17%-. Y es que el Banco de Inglaterra (BoE) dejó entrever la posibilidad de relajar las exigencias de liquidez para aquellos bancos que cumplan con un umbral de capital del 7%, lo que supondría liberar hasta 107.000 millones de euros para préstamos a las empresas y las familias. Eso sí, siempre y cuando los datos demuestren un empeoramiento de las condiciones financieras que pudiera poner en peligro la recuperación de la economía británica.
Por otro lado, en el caso del resto de índices europeos los descensos fueron tímidos. Así, el francés Cac 40 cedió un 0,21% y el EuroStoxx 50, un 0,24%. El alemán Dax se llevó la peor parte y terminó con una bajada del 1,03%. Por su parte, Wall Street cambió la tendencia del martes y se subió al carro de las cifras positivas. Mientras que el Dow Jones y el S&P 500 escalaron al cierre de la sesión alrededor de un 0,3%, el Nasdaq 100 se apuntó un alza del 0,4%.
Calma en el mercado de deuda
Si en el mercado de renta variable la sesión fue más o menos tranquila, en el de deuda tampoco hubo grandes cambios. La prima de riesgo española, que mide la diferencia entre la rentabilidad del bono español a 10 años y la del bund alemán, cerró en los 266 puntos, un punto básico más que la jornada anterior. El riesgo país italiano por su lado concluyó en los 253 puntos -se relajó 7 puntos básicos-. De esta forma la diferencia que separa a ambas primas se situó en 13 puntos básicos, frente a los 4 que las distanciaban el martes. En el mercado secundario la rentabilidad del bono español a una década repuntó hasta el 4,535%.
