
El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, ha asegurado hoy en una conferencia que los gobiernos no deben confiar en que el Banco Central Europeo (BCE) resuelva sus problemas, ya que la institución debe ceñirse a su mandato.
Asimismo, también ha pedido que se limite la cartera de bonos soberanos en poder de la banca y que ésta tenga un colchón de capital suficiente para acabar con la dependencia entre estados y entidades financieras. "Un importante principio para los inversores es el de diversificar el riesgo, pero cuando hablamos de bonos soberanos, los bancos europeos a menudo ignoran esta regla (...) a menudo sólo cuentan con la deuda de un país en sus balances, normalmente la de su propio país", indicó.
"Así, la dependencia entre bancos y países se intensifica aún más y es por eso que necesitamos límites de crédito para emisores soberanos individuales como complemento a una adecuada valoración del riesgo", añadió.
En este sentido, Weidmann sugiere la necesidad de aplicar a la deuda soberana en el balance de los bancos europeos los mismos criterios que a otros préstamos, lo que supondría un incremento de los rendimientos en el caso de Estados con finanzas poco sólidas, resultados más caros y encareciendo su refinanciación. "Los propios mecanismos del mercado se encargarían de imponer mayor disciplina fiscal a estos Estados", aseguró.
Insiste en las críticas al OMT
También ha insistido en su mensaje habitual de que la crisis no se puede resolver mediante la política monetaria, y criticó de nuevo el programa de compras de bonos, el OMT, que lanzó la institución hace un año y que todavía no ha sido utilizado.
"No es un secreto que veo de una manera crítica específicamente los programas de compras de bonos", aseguró el banquero alemán. Según él, con este programa se distribuirían los riesgos asociados a políticas presupuestarias poco sólidas entre todos los países si se compran bonos de poca calidad de países individuales.
"De ese modo, la política monetaria debilita el principio de responsabilidad individual y abraza una forma de redistribución que debe ser decidida por los gobiernos", añadió Weidmann.
En este sentido, defendió que la mejor contribución que puede hacer el banco central a la salida de la crisis es centrarse en su mandato de mantener la estabilidad de los precios.
Critica la extensión del déficit de España
Por otro lado, ha criticado los riesgos de llevar al límite la interpretación de las nuevas reglas de disciplina fiscal y el impacto negativo de ser demasiado benevolente con países como España, Francia o Eslovenia, que han incumplido los objetivos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
"Se otorgaron periodos más largos de ajuste a países como España, Francia y Eslovenia respecto a lo contemplado en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, cuando tal diferencia sólo debería hacerse en circunstancias excepcionales, ya que las exigencias estructurales de consolidación se ven debilitadas cuando se aplazan", indicó el banquero alemán en un discurso pronunciado en Berlín.
En este sentido, el presidente del Bundesbank, considerado como el principal representante de los 'halcones' del BCE, criticó que estas excepciones en el cumplimiento de los objetivos de déficit hayan sido aplicadas "de forma simultanea, lo que menoscaba el efecto disciplinante de las reglas fiscales".
Asimismo, Weidmann subrayó que la mera existencia de nuevas y más exigentes reglas "no es suficiente", puesto que estas reglas deben ser aplicadas, algo en lo que la Comisión Europea tiene una responsabilidad capital, ya que es a quien corresponde su interpretación.
"No pienso que sea apropiado empezar estirando al máximo la flexibilidad de las nuevas reglas", señaló el presidente del Bundesbank, quien recordó a los gobiernos que el Consejo del BCE "no puede resolver la crisis, sólo ganar algo de tiempo".