
Ha sido un día de regreso de vacaciones para muchos. El Tesoro Público español también retoma su agenda de emisiones de deuda con una subasta de letras a 6 y 12 meses con la que pretende captar entre 3.000 millones y 4.000 millones de euros. Es la primera cita en casi tres semanas en las que no ha acudido al mercado.
La última vez que colocó deuda fue el 1 de agosto, cuando los inversores exigían a la deuda española a una década en torno a 295 puntos básicos más de rentabilidad que a su homóloga alemana. En esta ocasión, el organismo afronta la colocación con la prima de riesgo en los 252 puntos.
El interés de los títulos a corto plazo también se ha relajado desde la última subasta de letras a 6 y 12 meses, del 16 de julio. La rentabilidad de los bonos españoles a 2 años ha pasado del 2,018 al 1,734% en el mercado secundario, en el que se negocia la deuda tras ser emitida. Este descenso facilita que España pueda reducir sus costes de financiación.
A mediados de julio, el Tesoro pagó un 1,5% por vender letras a un año. Fue el segundo precio más caro que asumió el organismo este año por estos títulos y se quedó a solo 0,24 puntos porcentuales del interés medio que ofrecían los depósitos en España en ese momento, un 1,74%. Así, las letras recuperaron atractivo para el ahorrador al reducir su brecha con las imposiciones a plazo fijo a mínimos de 10 meses.
El rendimiento de las letras a 6 meses también subió en la última subasta hasta situarse en el 0,958%, el más elevado de los desembolsados este año.
Más citas a la vista
El Tesoro recupera el ritmo de colocaciones tras suspender la subasta de bonos del 14 de agosto. La próxima será el 27 de agosto, en la que sacará letras a 3 y 9 meses. Para confirmar una caída en los costes a largo plazo habrá que esperar a la emisión de bonos del 5 de septiembre.