Su uso entre la banca cae ante la apertura del mercado mayorista y las limitaciones del BdE. La colocación de estos títulos alcanza los 4.887 millones en julio, la cifra más baja desde 2009.
Llegaron a ser los protagonistas absolutos de los escaparates bancarios hace sólo un año. Cuando el cierre de los mercados de financiación mayoristas llevó a la banca a potenciar la comercialización entre particulares de los pagarés, como alternativa a los limitados depósitos bancarios con la finalidad de captar recursos entre los particulares. Pero su momento ya pasó. Según los datos recopilados por el mercado español de renta fija (AIAF), entre enero y junio han salido al mercado 24.537 millones de euros nuevos en pagarés, es decir, un 71 por ciento menos que en el mismo semestre del año anterior; el arranque más flojo desde 2009.
Semejante descenso tiene dos explicaciones. Una es el ventanal de liquidez que se abrió en el mercado en enero, que ha permitido a la banca -el principal impulsor de los pagarés hace un año- obtener financiación a precios asequibles gracias a la relajación que experimenta la deuda española desde que marcara máximos históricos, el pasado día 24 de julio, en los 648 puntos básicos -desde entonces se anota un descenso de 388 puntos-.
Y otra, la segunda causa, es la recomendación que el Banco de España (BdE) hizo a la banca el pasado mes de enero de limitar la rentabilidad ofrecida en sus pagarés (junto a la de los depósitos y cuentas a la vista). Y es que si en otra época este instrumento tenía como misión atraer el dinero procedente de las puntas de tesorería de las empresas o de los inversores institucionales, la sed de pasivo de los bancos y la ausencia de rendimientos atractivos en plazos fijos hace un año extendió su contratación entre los particulares como sustitución a los menguados depósitos -pese a que ambos productos tienen características distintas-.
La tendencia a la baja continúa
Lejos de que el desplome que han vivido los pagarés en el primer semestre del año se convierta en un hecho puntual, los últimos datos recogidos por AIAF correspondientes al mes de julio apuntan a que la tendencia que registrarán en la segunda parte del ejercicio será similar a la vista entre enero y junio.
Más que nada porque el mes pasado (julio) salieron al mercado 4.887 millones de euros nuevos en pagarés y también se trata del nivel más bajo desde 2009. Además, prueba de que detrás de esta caída se encuentra la banca es que si en el segundo semestre de 2012 las siete principales entidades españolas -BBVA, Santander, Popular, Sabadell, Banesto, Bankia y Bankinter- lanzaron más de 33.500 millones de euros en pagarés, la cifra se reduce hasta los 13.509 millones en estos primeros seis meses del año.
Todas -salvo una- han reducido sus volúmenes de emisión de pagarés (Bankia incluso no ha lanzado ninguno entre enero y junio). La excepción es Banesto, que en el último semestre ha emitido hasta 3.598,59 millones de euros nuevos en pagarés frente a los 2.437,08 millones que lanzó en el segundo semestre de 2012.
No obstante, pese a que la pérdida de fuelle de los pagarés entre la banca se ha convertido en una constante durante los últimos meses, la presencia del sector todavía no se ha difuminado en la fotografía que reúne a los emisores más activos en los últimos doce meses. En ella, BBVA, con el 18,64 por ciento; y Santander, con el 16,99 por ciento, son los principales protagonistas.
Aunque comparten escena con Popular (13,35 por ciento), Sabadell (12,13 por ciento), Bankinter (7,51 por ciento) y CaixaBank (5,31 por ciento). Tan solo el 17,54 por ciento restante corresponde a otros emisores no relacionados con el sector.
Caída de las rentabilidades
Al mismo tiempo, si un día los intereses de estos productos emitidos por la banca llegaron a dar un salto adicional en rentabilidad para atraer a los inversores más conservadores que no encontraban atractivo en los menguados depósitos, ahora sus retribuciones también se han visto reducidas.
En enero del año pasado, el tipo de interés medio de emisión de los pagarés a doce meses se llegó a acercar hasta el 4 por ciento, el rendimiento más elevado de los últimos años. Sin embargo, la recomendación del BdE de limitar sus intereses ha disminuido los tipos hasta el 1,5 por ciento en junio. En línea con lo que ofrecen la mayoría de depósitos que comercializa la banca a través de su oferta comercial, después de que este verano hayan reducido todavía más sus retribuciones desde el 1,75 por ciento, hasta el 1,5 por ciento.
Ningún plazo se salva de la caída en los volúmenes de emisión
Si hace un año los mayores volúmenes de pagarés se concentraban en títulos a 3, 12 y 18 meses (los plazos más similares a los depósitos bancarios habituales), en los primeros seis meses del año, además de asistir a la tendencia contraria (cada vez se emiten menos pagarés), la caída de sus volúmenes no ha afectado a plazos concretos. El desplome es generalizado, aunque el más acusado afecta a los pagarés a 15 días. Según AIAF, en los primeros seis meses del año se lanzaron 905,1 millones de euros en pagarés a 15 días frente a los 7.868,7 millones emitidos en el primer semestre de 2012, casi un 90 por ciento menos. En los plazos a doce meses, el volumen emitido ha bajado un 80 por ciento en el primer semestre del año, hasta los 4.460,1 millones. Por el contrario, los pagarés a 18 meses son los que menos han notado su caída. El volumen emitido en estos títulos ha caído un 55 por ciento en el primer semestre.