Madrid, 1 ago (EFECOM).- Las entidades de crédito que operan en España habían emitido 81,17 millones de tarjetas de débito y crédito a cierre de 2005, un 6,5 por ciento más que el año anterior, según la Memoria de la Supervisión Bancaria de 2005 publicada recientemente por el Banco de España.
Traducido a cifras absolutas, este incremento significa que a cierre de diciembre los residentes en España disponían de cinco millones de plásticos más que un año antes, el 36 por ciento de ellas emitidas por algún establecimiento financiero de crédito (EFC).
Asimismo, el elevado volumen de tarjetas que hay en nuestro país condujo a una ratio de 2,2 unidades por cada habitante mayor de 16 años, superior a las 1,9 unidades que había en el conjunto de los países miembros de la Unión Europea.
Pero, a pesar de la enorme cantidad de plásticos que circulan por España, lo cierto es que el consumidor todavía utiliza la tarjeta para grandes compras, sino para pequeños importes, al contrario de lo que ocurre en otros países europeos donde su uso está más extendido.
Además, los usuarios utilizan más las tarjetas de débito que las de crédito, aunque tampoco conviene perder de vista el "lento pero persistente ascenso" de las tarjetas de pago aplazado y renovables, las conocidas como tarjetas "revolving".
Por tipos de entidades, las cajas de ahorros eran las que tenían más plásticos emitidos a cierre de 2005, con 35,03 millones de unidades, frente a los 28,12 millones que tenían los bancos.
A continuación, con 13,72 millones de unidades, se situaban los establecimientos financieros de crédito (EFC), las muy publicitadas financieras, cuya labor más conocida es el crédito rápido.
Asimismo, los establecimientos comerciales de todo tipo que existen en España tenían a finales de 2005 un total de 1.123 millones de terminales de punto de venta (TPV) para los pagos con tarjeta de débito o crédito, lo que supone que ya existen 306 TPV por cada 10.000 habitantes mayores de 16 años.
La red de cajeros automáticos, por su parte, siguió creciendo a buen ritmo el año pasado, a pesar de que ya era la más densa de Europa, hasta alcanzar los 55,7 millones de terminales, lo que le permitió superar los 15 cajeros por cada 10.000 habitantes mayores de 16 años.
El Banco de España destaca, además, el alto grado de desarrollo tecnológico alcanzado por los cajeros, que ha hecho posible que lleguen a sustituir al personal de oficina en determinadas funciones, lo que acorta considerablemente las esperas de los clientes y agiliza la operativa bancaria. EFECOM
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