Esta semana había una fecha marcada en rojo en el calendario, el 24 de julio, día en el que un año atrás el mercado vivía una de sus peores jornadas: primas de riesgo en máximos e índices en mínimos -el diferencial español alcanzó los 638 puntos y el Ibex 35 cayó a los 5.956 puntos-. Sin embargo, en apenas 365 días el contexto ha cambiado completamente.
De hecho, el principal selectivo español ha firmado su mejor semana desde marzo con una subida superior al 5% y la prima de riesgo española ha cerrado por debajo de los 300 puntos básicos.
Hace un año el entorno estaba marcado por el rescate de Bankia, que dejaba al descubierto unas necesidades de 24.000 millones de euros, se estaba preparando la salvación de buena parte del sector financiero, la incertidumbre política iba en aumento con el fin del mandato de Sarkozy y la llegada de Hollande, al mismo tiempo que el debate sobre si Grecia debía permanecer o no en el euro extendía un sentimiento de inestabilidad sobre el país heleno. Sin olvidar el temor al fiscal cliff en Estados Unidos.
Ahora, parece que la situación macroeconómica se ha estabilizado. Al otro lado del Atlántico, aunque el crecimiento de Estados Unidos es lento, se ha producido una mejoría en el mercado inmobiliario y avances en el laboral. De hecho, la Reserva Federal podría comenzar ya a retirar los estímulos económicos. Asimismo, aunque a unos niveles más bajos, en Europa también se habla de estabilización. Además, la combinación de políticas monetarias y económicas expansivas ha conseguido sacar a Japón de la deflación por primera vez en más de un año, ya que el IPC del mes de junio avanzó un 0,2% y un 0,4% interanual sin contabilizar los alimentos frescos.
"Por supuesto que siguen existiendo riesgos claros (ralentización de China, temor a la retirada de las medidas de estímulo en la economía, distintos focos de inestabilidad en Europa), pero al menos el panorama es algo menos gris que hace un año, lo cual se ha dejado sentir en la evolución de los índices y en las primas de riesgo", señala Victoria Torre, analista de Self Bank.
En este sentido, el Ibex 35 ha celebrado esta fecha con una subida semanal del 5,17%, siendo el índice más alcista de Europa. Este repunte ha permitido al índice español despedir la semana en los 8.353,6 puntos, por lo que supera la resistencia de los 8.100 puntos y consigue ponerse positivo en el año con un avance del 2,28 %.
Su próxima resistencia por técnico se sitúa en los 8.724 puntos, nivel que corresponde con los máximos anuales que marcó el pasado 25 de enero, y similar al que se sugiere por fundamentales, donde la bolsa española todavía tiene un potencial del 5,12%, hasta los 8.781 puntos, según el consenso de analistas. Los líderes en las últimas cinco sesiones han sido Banco Popular -que dejó claro que no habrá fusión con CaixaBank-, Sacyr y FCC que han repuntado un 17,6, un 14,9 y un 11,1%, en cada caso.
Precisamente, en una semana marcada por la presentación de resultados correspondientes al segundo trimestre del año y en la que por el momento han publicado sus cuentas un 46% de los miembros del Ibex 35, Banco Popular ha sido una de las compañías del 53% que ha defraudo. Presentó un BPA -beneficio por acción- un 60,9% menor al previsto por el consenso de mercado. Junto a Acerinox y CaixaBank, que presentaron un BPA un 78,7 y un 46,7%, respectivamente, menor al estimado, fueron las empresas que más sorprendieron negativamente al mercado.
En la otra cara de la moneda, de las 16 compañías que han presentado sus cuentas, un 47% sorprendió positivamente, y dentro este grupo, la empresa que más impresionó al mercado fue Banco Sabadell, que presentó un BPA de 0,04 euros, frente a los 0,01 estimados. Le siguió Mediaset, con un BPA de 0,043 euros, un 7,5% más que lo esperado por los expertos.
No obstante, si esta semana ha habido un protagonista ése ha sido Telefónica. La compañía presidida por César Alierta anunció la compra de la filial alemana de KPN, E-Plus, por 5.000 millones de euros. De este modo, la teleco española pasa a ser el segundo operador en Europa por número de clientes móviles y por volumen de ingresos.
Por otro lado, las compras también han sido la tónica en algunas plazas del Viejo Continente. Por detrás del Ibex 35, el Ftse Mib italiano ha escalado un 1,8%, seguido del francés Cac 40 y del EuroStoxx 50 que han repuntado un 1,11 y 0,95%, respectivamente. Por su parte, el Dax alemán y el Ftse 100 británico no han podido evitar las pérdidas y han cerrado la semana con caídas del 1,14 y 1,04%, en cada caso.
En Wall Street, a medio camino de la presentación de resultados -han publicado sus cuentas 260 compañías de las 499 que conforman el S&P 500-, el S&P 500 no ha logrado subirse a la tendencia alcista de Europa y se ha dejado alrededor de un 0,03%. El Dow Jones y el Nasdaq 100 en cambio si se han teñido de verde y han repuntado un 0,1 y un 1%, en cada caso.
El mercado de deuda se relaja
En el mercado de deuda, la prima de riesgo española ha vivido una semana muy diferente a la del año pasado, cuando alcanzó su máximo histórico en los 638 puntos con la rentabilidad del bono español a 10 años en el 7,165 por ciento. En cambio, en las últimas cinco sesiones el diferencial español se ha situado por debajo de los 300 puntos, tras relajarse 20 puntos básicos, hasta los 296 puntos. Por su parte, en el mercado secundario el rendimiento del bono español a una década cerró el viernes en el 4,622%, frente al 4,676% con que comenzó el lunes.
Esta relajación también se ha dejado sentir en otras primas de riesgo. En el caso del riesgo país portugués la bajada ha sido de 49 puntos básicos, hasta los 479, mientras que en el de Grecia e Italia los diferenciales han descendido 27 y 15 puntos básicos respectivamente.
En el mercado de materias primas, el oro ha vuelto a recuperar los 1.300 dólares un mes después y ha despedido la semana con un alza del 3 por ciento. Unos números verdes que no ha disfrutado el petróleo, ya que tanto el Brent como el West Texas han descendido entre un 0,8 y un 4%.