MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
La Generalitat catalana considera, respecto a la situación de caos vivida en el aeropuerto de Barcelona-El Prat, que actualmente "hay que gestionar el desenlace final de la crisis, atender todas las quejas de ciudadanos, intentar normalizar la situación y que el Ministerio de Fomento aclare las responsabilidades que sean necesarias".
Así lo explicó el conseller de Presidencia y portavoz de la Generalitat, Joaquim Nadal, tras la crisis desencadenada durante el fin de semana por una protesta de trabajadores de tierra de Iberia, que cortaron las tres pistas del aeródromo el viernes.
El Gobierno catalán cree que antes de emprender algún tipo de acción judicial "hay que atender hacia quién miran los planteamientos del Ministerio de Fomento como Administración responsable de la infraestructura aeroportuaria", indicó Nadal en declaraciones a Cadena SER. "Nosotros compareceremos donde haga falta y como haga falta, pero probablemente tomar la iniciativa corresponda más a algún tipo de iniciativa política, que no a la judicialización de un problema que hay que situar en el plano que le correponde", añadió.
Nadal subrayó que desde las Consellerías de Salud, Trabajo e Industria, Interior y Política Territorial, la Generalitat ha colaborado estos días en trabajos de prestración de servicios o información a través de los teléfonos 112 y 012, de las ambulancias de los servicios de emergencias del departamento de Salud, dando asesoramiento a las personas que a través de Consumo querían plantear sus quejas, ofreciendo la colaboración de los Mossos d'Esquadra e interviniendo desde un segundo plano en todos los procesos llevados a cabo en El Prat.
Nadal remarcó que en ese "segundo plano" la Generalitat ha tenido "un punto de enfado", aunque "tiene muy claro que hoy la cuestión no es poner en la agenda política la competencia sobre la gestión, porque es un tema que ya estuvo en su momento en la palestra durante el debate estatutario y lo volverá a estar dentro de unos días".
El conseller sostuvo que la situación en el aeropuerto se "enquistó" porque "había un problema de seguridad de los trabajadores, de necesidad de la liberalización en tierra del trabajo en el aeropuerto y el problema de cómo encaja Iberia en su nueva evolución en el El Prat, que es un aeropuerto en expansión". "Todo esto hizo pensar a los trabajadores que sus puestos de trabajo peligraban y les llevó a una actitud extrema, absolutamente intolerable, porque interfirió en un servicio de primera necesidad y que tuvo unas consecuencias terribles".