El Banco de Inglaterra (BoE) decidió por unanimidad mantener los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,5% y no modificar el plan de estímulos de la entidad en su reunión del pasado 4 de julio, la primera celebrada tras la llegada del canadiense Mark Carney a la institución, en sustitución de Mervyn King.
De esta manera, todos los miembros del Comité de Política Monetaria votaron a favor de mantener la actual magnitud del programa, que se sitúa en 375.000 millones de libras (433.480 millones de euros de euros), a diferencia de la reunión anterior, donde Paul Fisher, David Miles y el propio King apoyar incrementar en 25.000 millones de libras (28.890 millones de euros) el importe del plan de recompra de activos.
Según recogen las actas de la reunión, la mayoría de los miembros coincidieron en que la actual política monetaria es "adecuada" y que su responsabilidad en la coyuntura actual es "reforzar la recuperación garantizando que los estímulos no se retiran de forma prematura mientras se mantiene la senda para alcanzar el objetivo de inflación del 2% en el medio plazo".