El Tesoro busca mañana 4.000 millones en letras a 6 y 12 meses y el jueves quiere captar otros 3.000 millones de euros con una emisión de bonos a 3, 5 y 10 años.
Las crisis políticas no suelen gustar a los inversores. No son pocas las veces en las que los sobresaltos o los escándalos que han señalado a un gobierno acaban salpicando también a los mercados. Solo hay que mirar al vecino Portugal. Pero hoy los inversores han hecho caso omiso a las acusaciones de corrupción al Partido Popular y al propio presidente del Gobierno. Ni el principal índice de la bolsa española ni la prima de riesgo se han inmutado ante las novedades destapadas durante el fin de semana.
En el día ha habido pocos cambios. Aunque buena parte de la sesión estuvo en negativo, el Ibex ha cerrado en ganancias, con un avance del 0,13% siguiendo la tónica de subidas del resto de los índices europeos. Ha conseguido mantener a salvo los 7.800 puntos, pese a que algunas eléctricas siguieron presionando a la baja.
Los inversores no han vendido la marca España, con lo que no ha aumentado el riesgo país. La prima de riesgo, que mide la diferencia entre la rentabilidad que se exige a un bono español frente a un alemán por el mayor riesgo que se percibe en el primero, comenzó la jornada al alza escalando hasta los 326 puntos básicos. Pero pronto cambió la subida por descensos para relajarse siete puntos, hasta los 315 desde los 322 del viernes. Esta caída se ha producido gracias a que ha habido compras de bonos españoles y cuando esto ocurre sube el precio y baja la rentabilidad. Por el contrario, los inversores han vendido hoy deuda alemana, con el consiguiente repunte de la rentabilidad del bono germano, que también ayudó a reducir la brecha.
Este escenario facilita su labor al Tesoro Público español, que esta semana pretende captar hasta 7.000 millones de euros. Mañana mismo subastará letras a 6 y 12 meses con las que quiere reunir entre 3.000 y 4.000 millones.
Su siguiente cometido es el jueves, con una emisión de bonos a 3, 5 y 10 años. En esta ocasión, y con buena parte de los deberes del año hechos, solo se ha marcado como objetivo conseguir entre 2.000 y 3.000 millones. Si para entonces los inversores siguen si percibir más riesgo en España, podrían exigir al Tesoro un interés similar al de la última subasta, es decir, en torno a un 4,7% por los bonos a una década.