El Tesoro recurrió ayer a otra emisión especial para financiarse en el mercado. El Estado captó 3.500 millones, por lo que esta vez fue más comedido y no lanzó tantos bonos como en las últimas ocasiones en las que ha echado mano de una colocación sindicada en euros.
En las subastas de enero y mayo de este mismo año, el Tesoro obtuvo 7.000 millones en ambos casos y en todas las emisiones lanzadas desde 2009 la oferta siempre ha superado los 4.000 millones de euros. No obstante, hay que tener en cuenta que España no suele emplear tantas veces al año esta fórmula y en 2013 ya ha captado 17.500 millones por esta vía (más 2.000 millones en la subasta en dólares).
Ayer la referencia elegida fue un nuevo bono a 15 años, con vencimiento en octubre de 2028. Era la primera vez desde marzo de 2011 que el Tesoro cerraba una sindicación a este vencimiento. En las dos emisiones en euros de este año se vendieron bonos a 10 años, con las que se lograron demandas récord al superar los 20.000 millones de euros. Esta vez las peticiones alcanzaron los 7.500 millones de euros.
El ministro de Economía, Luis De Guindos, valoró muy positivamente esta demanda y destacó que España se encuentra en una situación "confortable" al tener adelantado su programa de financiación. El Tesoro ya ha logrado 85.300 millones a través de deuda a medio y largo plazo, que suponen el 70,3 por ciento de su objetivo para 2013.
Precios más bajos
De Guindos también subrayó que la subasta se cerró a "unos tipos de interés muy razonables". Fueron, de hecho, más bajos que los de las últimas sindicadas. El Tesoro pagó una rentabilidad del 5,194 por ciento, con un diferencial de 280 puntos básicos sobre el índice de referencia (midswap). A principios de año, en cambio, asumió un sobrecoste de 365 puntos.
Aunque en esta ocasión el Tesoro no inundó de papel al mercado, la nueva deuda emitida contribuyó a que la prima de riesgo repuntase hasta los 308 puntos básicos (no le afectó la rebaja de rating a Italia, que se conoció al cierre). La colocación implica que haya más títulos en mercado, lo que presiona a la baja al precio y, por tanto, alza la rentabilidad, que repunta cuando el precio cae. Así, el rendimiento del bono español a 15 años escaló ayer del 5,04 al 5,11 por ciento a la vez que la referencia a 10 años pasó del 4,68 al 4,73 por ciento.
Demanda diversificada
A diferencia de subastas públicas, en estas operaciones se contrata a bancos para que coloque la deuda, lo que permite acercarse a inversores de alta calidad. La aseguradoras y fondos de pensiones tuvieron más participación, con el 36 por ciento. Los bancos representaron el 24,2 por ciento; las gestoras de fondos, el 22,4 por ciento; los fondos apalancados, el 13 por ciento; y la banca privada, el 3,9 por ciento.
El inversor internacional también es esencial en estas emisiones. Ayer significó el 54,5 por ciento de la sindicación. Por países, Reino Unido compró el 18 por ciento; EEUU, el 14,4 por ciento; los países nórdicos (sin Finlandia), el 1,86 por ciento; y Suiza, el 1,53 por ciento.