
Las monedas de productores de recursos como Canadá, Australia o Noruega están algo rezagadas, pero toman carrerilla en el arranque de julio contra la cada vez más débil divisa nipona
Mucho se ha hablado en los últimos tiempos de Japón y sus Abenomics, las medidas que Shinzo Abe, el flamante primer ministro del país del Sol Naciente, ha ideado para superar la larga crisis que sufre la economía asiática desde hace más de dos décadas. Medidas que incluyen estímulos fiscales y un ambicioso programa de compra de activos. Medidas que buscan mantener baja su divisa, para impulsar las cruciales exportaciones, y lograr un objetivo de inflación en el 2 por ciento.
Algunos expertos temen que el Banco de Japón fracase en este intento, pero de momento los movimientos del yen muestran que el país va por buen camino: desde el 5 de diciembre, día en que Abe tomó posesión del cargo, tanto el dólar estadounidense como el euro han avanzado un 20 por ciento contra la moneda japonesa, que sufre pérdidas frente a todos sus pares más negociados.
Además, a la divisa nipona le ha salido un aliado: las expectativas de que el QE3 de la Fed americana comience a ser desmantelado a partir de finales de 2012, que están presionando al alza al billete verde. "El sentimiento hacia este país está un poco alicaído pero la fortaleza del dólar debería alimentar la siguiente oleada de debilidad del yen", apunta Trevor Greetham, director de Asignación de Activos de Fidelity.
No es extraño, por tanto, que tres de las cinco estrategias en divisas que figuran en la tabla de seguimiento de Ecotrader sean contra el yen. Sin embargo, sólo una goza en estos momentos de una recomendación de compra: el dólar australiano (aussie)/yen.

Atentos a las 'commodity currencies'
Si hay unas divisas que aún pueden darnos buenas sorpresas son las de países productores y exportadores de materias primas, las llamadas commodity currencies, que aunque avanzan contra la nipona, están algo más rezagadas.
Estas monedas "han vivido momentos duros en los últimos tiempos, pero países como Australia, Nueva Zelanda y Canadá cuenta con una ventaja entre los países con triple A. Son capaces de seguir creciendo, no tienen los mismos lastres que otras economías desarrolladas", explica Matthew Eagan, gestor de Loomis Sayles, gestora subsidiaria de Natixis, a Citywire.
Eagan añade que precisamente uno de los puntos fuertes de estas naciones es "ese enfoque de productores de materias primas, que creemos que va a ser una de las grandes tendencias (de inversión) en los próximos años con la vuelta al crecimiento de los países desarrollados".
No hay más que ver la reacción que han tenido recursos como el crudo a datos como el ISM manufacturero americano. La mejora, mayor de lo esperado, de esta estadística, que se publicó el 1 de julio (de 49 a 50,9 puntos, frente a los 50,4 que se esperaba), dio el empujón definitivo al WTI, barril de referencia en EEUU, que ha superado esta semana los 100 dólares y se ha situado en niveles no vistos desde mayo de 2012.