Tener respaldo da seguridad. Y el Banco Central Europeo (BCE) volvió a recordar ayer que el suyo sigue ahí, preparado por si Europa lo necesita en cualquier momento. Como si de un bálsamo se tratara, la relajación en el mercado de deuda continuó por segundo día consecutivo acompañado del rebote de las bolsas, donde las compras se asentaron después de la corrección de los últimos días. A todo ello se unió la revisión a la baja, en seis décimas, del Producto Interior Bruto (PIB) correspondiente al primer trimestre que Estados Unidos anunció ayer; que lejos de ser interpretado como una mala noticia, el mercado entendió que aleja la posibilidad de que la Reserva Federal empiece a retirar los estímulos.
Con la calma instalada entre los inversores, el Ibex 35 lideró las subidas en Europa con un avance del 2,83 por ciento, hasta los 7.823 puntos. Pero no fue un ascenso cualquiera. Se trató del cuarto mayor del año y del mayor repunte diario desde abril. Aunque el mérito en la escalada que se marcó ayer el principal selectivo español lo tuvo el sector bancario. La revisión al alza de las valoraciones de la banca española por parte de Citi aupó a las entidades hasta las primeras posiciones del Ibex 35 (ver apoyo). Ninguna de ellas cerró en negativo a pesar del nuevo desnudo al que tendrán que someterse en un mes para notificar al Banco de España el impacto de la eliminación de las cláusulas suelo. Es decir, aquellas que fijan un tipo de interés mínimo que el cliente pagará, aunque el Euribor esté por debajo.
El líder indiscutible fue Bankinter, que se anotó la segunda mayor subida de todo el selectivo con un avance superior al 7 por ciento (la protagonista de la primera fue Sacyr, que ayer pidió una quita en la deuda de Vallehermoso, por la que dijo haber recibido varias ofertas). Fue la entidad que más halagos recibió de Citigroup por su buena posición de cara a las exigencias de capital de Basilea III (entre otras cosas). Por detrás de Bankinter, se situó la gran banca española -BBVA y Santander-, con revalorizaciones cercanas al 4 por ciento. Popular, CaixaBank y Sabadell cerraron con alzas que oscilaron entre el 3,22 y el 1,17 por ciento.
Aunque el sector bancario fue el que más tiró de la bolsa española, lo cierto es que solo dos valores cerraron en negativo. Se trató de ArcelorMittal y FCC, aunque las caídas no superaron en ambos casos el 1 por ciento.
Sin la incertidumbre procedente de China, después de que su banco central lanzara el martes un mensaje para tranquilizar al mercado asegurando que las restricciones de liquidez que vive su banca se aliviarán de forma gradual, la oleada de compras se propagó por todo el Viejo Continente. Entre las bolsas más beneficiadas se situaron la italiana, la belga y la francesa (que pasó por alto la entrada en recesión de su economía), con avances superiores al 2 por ciento.
Relajación en la deuda
El mercado de renta fija fue otro de los catalizadores en los que se apoyaron las bolsas europeas. Las compras de bonos continuaron por segundo día consecutivo provocando una relajación del riesgo país de las economías periféricas. La prima de riesgo española, por ejemplo, se quedó sólo a ocho puntos de los 300 puntos básicos. Y es que con la rentabilidad del bono español a diez años otra vez por debajo del 5 por ciento y con la del alemán de igual vencimiento en el 1,76 por ciento, el diferencial de nuestro país descendió ayer desde los 326,8 a los 307,78 puntos básicos.
Aunque España fue el periférico en el que ayer más se relajó la prima de riesgo, la portuguesa y la italiana también se apuntaron a la tregua. Bajaron 19 y 12 puntos hasta los 491 y los 293 puntos básicos, respectivamente. La francesa, por su parte, cayó hasta los 60,7 puntos desde los 65,2 del día anterior.