Si a un niño lo agasajas durante un tiempo con caramelos para finalmente quitárselos, probablemente la reacción más natural del mismo sea la de un tremendo berrinche. Algo parecido sucedió ayer en los mercados de renta variable. Ante el anuncio de Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal (Fed), sobre la posibilidad de comenzar a reducir los estímulos económicos a finales de 2013 y darlos por terminados a mediados de 2014, las principales plazas de todo el mundo respondieron con sendas caídas -ver página 33-.
"Aunque en el mensaje no hubo nada inesperado, los inversores se vieron invadidos por el pesimismo y se decantaron por las ventas", señala Victoria Torre, analista de Self Bank.
Es más, para algunos analistas esta respuesta por parte del mercado fue desmesurada, tal y como señala Soledad Pellón, analista de IG: "A todas luces la reacción tan negativa de los mercados a las palabras de Bernanke parece desproporcionada. No en sí por el impacto que pueda tener una retirada de estímulos que, evidentemente, va a ser muy negativo para las bolsas, sino porque no ha dicho nada que no estuviera ya sobre la mesa durante las últimas semanas".
En zona de peligro
En este contexto, el Ibex 35 fue uno de los índices más afectados del Viejo Continente y no pudo salvar los 8.000 puntos al cerrar en los 7.822,1 puntos (mínimos desde abril) tras retroceder un 3,41 por ciento en la sesión. Se trata de su mayor descenso diario desde el pasado 4 de febrero, cuando cedió un 3,77 por ciento. En este sentido, el principal selectivo español rompió los niveles mínimos de la semana pasada en los 8.070,3 puntos, lo que abre la puerta a la zona de mínimos del año.
"La cesión de los mínimos que las principales bolsas europeas marcaron la semana pasada es algo que abre la puerta a que la corrección de las últimas semanas pueda extenderse e ir a buscar la zona de mínimos del año, que es el origen del último tramo alcista y una zona de soporte cuya pérdida provocaría un deterioro importante en las posibilidades alcistas de las bolsas europeas a corto/medio plazo", señala Joan Cabrero, analista de Ágora Asesores Financieros.
De hecho, el Ibex 35 se quedó a menos de un 0,5 por ciento de los 7.787,10 puntos, su nivel más bajo en el año. Además, tras la caída de ayer, el selectivo ya pierde en 2013 un 4,23 por ciento.
El sector financiero a la cabeza
Uno de los sectores más afectados volvió a ser el financiero, ya que las entidades cotizadas del índice cayeron de media un 3,7 por ciento, lo que se traduce en una pérdida de 4.626 millones de capitalización. Banco Popular, Santander y BBVA lideraron los descensos del sector al retroceder un 6,7, un 4,2 y un 4,1 por ciento, respectivamente.
Un batacazo que llevó a Popular a niveles que no veía desde 1987 en los 2,66 euros, aunque no fue el único. Tanto Santander y Sabadell como CaixaBank y BBVA despidieron la jornada en sus niveles más bajos desde 2012.
No osbtante, ésta no fue la única mala noticia a la que tuvieron que hacer frente los bancos. Y es que las voces que apuntan a la inestabilidad que aún presentan las entidades españolas siguen creciendo y ayer fue el turno de Credit Suisse.
La firma suiza revisó a la baja su valoración sobre los principales bancos del mercado español. Así, recortó el precio objetivo que otorga a BBVA un 11,1 por ciento, en el caso de Santander la rebaja fue del 10,34 por ciento, para CaixaBank la bajada se situó en un 9,5 por ciento, mientras que el precio objetivo de Sabadell y Popular cayó un 9,38 y 6,25 por ciento, en cada caso, lo que deja al sector un potencial alcista medio del 8 por ciento.
Otros de los valores más bajistas de la sesión fueron Dia, ACS, Acerinox, Mapfre, OHL y Abengoa que retrocedieron entre un 3 y un 6 por ciento. Precisamente Acerinox y Abengoa se unieron a las entidades financieras como los valores que marcaron mínimos en la jornada.
En el caso de la acerera, la caída del 4,4 por ciento que sufrió la llevó a registrar precios no vistos desde el pasado 2002. Por su parte, Abengoa, que se despedirá del Ibex 35 el próximo 1 de julio, cayó un 3,7 por ciento, marcando así su nivel más bajo desde 2012.