La tensión de los mercados, que llevó a los principales selectivos europeos a teñirse de rojo en la sesión, se saldó con un claro protagonista, el sector financiero. Las ventas de deuda pública que propiciaron Japón y Alemania castigaron al sector, ya que ninguno de los valores que lo integran pudo librarse de las cifras negativas en el parqué.
Las entidades españolas recibieron un golpe adicional tras las declaraciones del gobernador del Banco de España, Luis María Linde, el pasado lunes en Canadá sobre el rescate de la banca. Linde afirmó que el Gobierno podría decidir -probablemente en octubre- sobre la posibilidad de solicitar una extensión del periodo del rescate europeo a los bancos españoles, que finaliza el 31 de diciembre. España ha utilizado por el momento 41.300 millones de euros de los 100.000 millones de la línea de crédito que la Comisión Europea ofreció para la reestructuración de las entidades con problemas.
La caída media registrada en la jornada por las entidades españolas del Ibex 35 llegó a ser hasta del 3,5 % a lo largo de la sesión. Finalmente, cerraron con unas pérdidas medias del 2%. El banco más castigado fue Banco Popular que cedió un 3,17%. Le siguieron Bankinter, Santander y BBVA, que registraron pérdidas del 2,32, del 2,11 y del 2,02%, en cada caso. Muy cerca de esos descensos se quedó CaixaBank, ya que cedió un 1,87%. La bajada más suave del sector la protagonizó Sabadell. La entidad presidida por Josep Oliu descendió un 1,36%, un retroceso que le llevó a cotizar en mínimos del año en los 1,38 euros. Con las pérdidas de , los bancos españoles llevan un descenso medio del 0,5% en 2013, que está frenado por la subida de Bankinter en el año, ya que acumula un ascenso superior al 37 %.
El Viejo Continente no se libra
En el resto de Europa, las entidades también fueron objetivo de los bajistas. Hasta cuatro bancos del EuroStoxx 50 cedieron más de un 2%. El más afectado fue Intesa SanPaolo, que registró una caída del 2,87%.