En las próximas fechas se avecinan las retribuciones de varias de las compañías de mayor peso en la eurozona, firmas tan conocidas como la alemana SAP o el pelotón francés compuesto por Carrefour, France Telecom, Société Générale, Total o Saint-Gobain; todas ellas remunerarán a sus accionistas entre los próximos 5 y 27 de junio.
No obstante, si lo que busca es una rentabilidad jugosa, entonces haga acopio de paciencia y espere hasta el día 27, fecha para la que está prevista el pago de la eléctrica italiana Enel. Ese día, la compañía retribuirá a sus accionistas con 0,15 euros por acción, cantidad que a precios actuales -la utility retrocede un 7% en el año- ofrece un atractivo rendimiento del 5%. Eso sí, quienes deseen pescar este dividendo deberán haber adquirido las acciones como fecha límite el día anterior, el 26 de junio. El consenso de mercado que recoge FactSet cuelga sobre Enel una recomendación de mantener sus títulos en cartera.
Haciendo los deberes
Desde el año pasado, en un ejercicio de disciplina, la compañía ha decidido entregar -siempre en el mes de junio- un único dividendo con cargo a los resultados del ejercicio anterior, para el cual se ha comprometido a destinar el 40% de los beneficios obtenidos (pay out). La compañía se vio obligada a adoptar esta medida dentro de su plan estratégico 2012-2016 (anteriormente destinaba cerca de un 60% de su pay out al pago de dividendos) para poder aliviar su elevado apalancamiento, fruto en parte a los compromisos financieros que tenía, pero especialmente por la caída de sus beneficios debido a la creación en Italia de un impuesto que gravaba la producción de energía eólica.
La media de bancos de inversión estima que la compañía transalpina termine 2013 con un beneficio neto en torno a los 3.000 millones de euros, un 252% más que el desastroso año anterior. Asimismo, se prevé que su apalancamiento -dado por la relación entre su beneficio operativo o ebitda y su deuda neta- se reduzca hasta las 2,6 veces con cargo a este ejercicio.
