Se le esperaba y apareció. Iberdrola era una de las grandes compañías industriales de la bolsa española que faltaba por regresar al mercado en esta nueva ventana de liquidez para captar financiación. La empresa que preside Ignacio Sánchez-Galán cerró ayer una emisión de bonos a 7,5 años con la que captó 600 millones de euros.
La eléctrica consiguió una plusmarca a título personal, al pagar el cupón más bajo de su historia. El interés que cobrarán los inversores se quedó en el 2,875 por ciento, frente al 3,5 por ciento que asumió en la colocación de deuda a 8 años del pasado enero. En esta ocasión, Iberdrola se enfrentó a un diferencial de 158 puntos básicos sobre el tipo de referencia en el mercado a ese vencimiento (midswap).
El plazo elegido para devolver el dinero también le ha permitido hacerse un hueco entre los costes más baratos de financiación de las cotizadas españolas, ya que este año ninguna compañía ha emitido a 7,5 años. Repsol, que en estos momento cuenta con un rating inferior al de Iberdrola, colocó a mediados de mayo bonos a 7 años a un cupón del 2,625 por ciento y Ferrovial se apuntó este martes el récord a 8 años con un interés del 3,375 por ciento.
En cuanto a la demanda, las peticiones superaron en 2,9 veces la oferta y un 80 por ciento se colocó entre inversores internacionales.
Iberdrola explicó que la emisión "se enmarca dentro de una operación de intercambio de bonos, que permitirá a la compañía ampliar la vida media de su deuda, laminar el perfil de vencimientos previstos para los próximos años y continuar mejorando su liquidez"
Popular amortiza deuda
Banco Popular también está aprovechando la ventana para acudir al mercado, pero ayer lo que anunció fue una amortización anticipada de 500 millones de euros de una emisión de octubre de 2012 de cédulas hipotecarias. Quedarían pendientes otros 100 millones.