Bolsa, mercados y cotizaciones

Japón 'pincha' su burbuja en bolsa por la contracción china

Todo lo que sube finalmente termina bajando, una teoría que ayer definió perfectamente al selectivo japonés Nikkei. El índice nipón se desplomó un 7,32 por ciento, hasta los 14.484 puntos. Se trata de la mayor caída desde el 15 de marzo de 2011, cuando el indicador se hundió un 10,55 por ciento como consecuencia de la crisis nuclear desatada en la planta de Fukushima tras el tsunami.

Aunque varios fueron los motivos que contribuyeron a esta caída, no hay que olvidar que el Nikkei estaba viviendo una burbuja promovida por las medidas acometidas por el Banco de Japón (Boj) para devaluar el yen con el objetivo de reactivar la economía. Es más, sólo en el año sube un 39,33 por ciento, un cifra que se traduce en un alza superior al 88 por ciento si se toma como referencia su mínimo en el último año, marcado el 4 de junio en los 8.295,63 puntos. Por ello, parece lógico que se produjese la corrección ante semejante escalada. No obstante, el empacho de los alcistas no fue la única causa del derrumbe.

Los males de Japón

Bien dice el refrán que pueblos vecinos, mal avenidos y ayer las malas noticias conocidas en China fueron motivo suficiente para que las ventas protagonizaran la jornada en Japón. La segunda economía del mundo dio a conocer el dato de su actividad manufacturera que, por primera vez en siete meses, se contrajo al situarse en 49,6 puntos -por debajo de 50 puntos indica contracción y por encima de este nivel expansión-. ¿El motivo? La baja demanda interna y externa que provocó un descenso en la producción, según explicó el economista jefe de HSBC en China, Qu Hongbin.

Por otro lado, el temor a que la Reserva Federal pueda retirar los estímulos económicos también impulsó a los bajistas para que tomasen el rumbo del mercado. Y es que algunos miembros de la institución monetaria han dejado claro que quieren empezar a retirar las medidas extradordinarias para impulsar la economía en junio, aunque el presidente de la Fed, Ben Bernanke, dejó claro que si esto se produce antes de tiempo se podría ralentizar la recuperación económica.

Además, la subida que experimentó la rentabilidad del bono japonés a 10 años, que llegó a situarse en el 1 por ciento por primera vez desde abril de 2012, instaló el pesimismo en el mercado. De hecho, el Banco de Japón se vio obligado a llevar a cabo una operación de financiación de 2 billones de yenes (19.000 millones de dólares). La intervención de la institución tuvo su efecto y el rendimiento del papel a una década cerró en el 0,863 por ciento -el miércoles el Boj anunció que mantendrá la compra de deuda pública y activos de mayor riesgo para duplicar la base monetaria en dos años-. "El aumento de la rentabilidad de los bonos del gobierno japonés está comenzando a socavar la confianza hacia la renta variable y concretamente hacia los fondos inmobiliarios japoneses (JREIT), con ventas generalizadas en el último mes. El nivel de volatilidad del mercado japonés es tal que está por ver si se trata de una corrección duradera o de una vuelta natural tras muchos días de fuertes subidas", indica Trevor Greetham, director de asignación de activos de Fidelity.

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