Las decisiones que se toman desde la unanimidad son más contundentes. Es la enseñanza que transmitieron ayer las bolsas europeas, que recogieron el relevo bajista que dejaron a su paso el Nikkei -que cedió un 7,3 por ciento en su mayor caída desde Fukushima- y Wall Street después de que la Reserva Federal anunciara el miércoles que mantendrá los estímulos a la economía estadounidense pese a que cada vez son más las voces que piden que cesen.
Desde China, bastó la publicación de un mal dato macroeconómico que puso en evidencia la ralentización de su economía, y la falta de consenso en la Fed fueron suficientes para poner fin al rally que acumula el Nikkei en lo que va de año, que sube en torno al 40 por ciento. "Ya advertíamos del riesgo de Japón. En las últimas semanas, el dinero inyectado por el Banco de Japón sólo se estaba dirigiendo a la renta variable e incluso se añadía el de la venta de bonos. Cuando en un mercado sólo hay compradores, en cuanto se produce una noticia negativa se produce el colapso", señala Miguel Ángel Paz, director de unidad de gestión de Unicorp.
No obstante, a pesar de la oleada de ventas que asedió ayer a la renta variable, no tiene que cundir el pánico porque aún no se han perdido los soportes clave. Entre los índices menos bajistas del Viejo Continente se situó el Ibex 35, que se dejó un 1,4 por ciento, hasta los 8.343,6 puntos -por lo que aún se mantiene lejos de su soporte, situado por debajo de los 7.800 puntos-.
Los más fuertes del selectivo durante la jornada fueron CaixaBank y Banco Popular. Sólo ambas entidades lograron apuntarse cifras positivas, con subidas del 0,81 y del 0,32 por ciento, en cada caso. Al otro lado de la balanza, hasta 10 valores perdieron más de un 2 por ciento. Entre los más castigados se encontraron Mediaset y Mapfre, con caídas superiores al 3 por ciento. Le siguieron ArcelorMittal y Banco Sabadel con descensos del 2,83 y del 2,81 por ciento, respectivamente.
La 'marea roja'
Los descensos en el resto de Europa fueron más abultados. El EuroStoxx 50 se dejó un 2,05 por ciento y cerró en los 2.776,78 puntos, todavía lejos de perder su fortaleza situada en los 2.550 puntos. Le siguieron el Cac 40 y el Dax con caídas del 2,07 y del 2,10 por ciento, respectivamente. El mayor descenso lo protagonizó el italiano Ftse Mib, aldejarse un 3,06 por ciento.
Sin embargo, "al cierre de la sesión lo más destacable ha sido ver como la sangre no ha llegado al rio y prueba de ello ha sido ver como las principales bolsas europeas cerraron lejos de los mínimos intradía", señala Joan Cabrero, analista de Ágora A.F.
En EEUU los descensos fueron más moderados. El Nasdaq 100 no conseguía coronar de nuevo los 3.000 puntos y cedía a media sesión un 0,24 por ciento. Por su parte, el S&P 500 y el Dow Jones caían un 0,14 y un 0,04 por ciento, en cada caso, a media sesión.