Bolsa, mercados y cotizaciones

El depósito más rentable a un año tiene nacionalidad lusa

No solo la renta fija portuguesa ofrece mayores rendimientos que la española, con los depósitos sucede lo mismo. Pese al recorte en el interés del depósito de Espirito Santo hasta el 3%, continúa siendo el más rentable del mercado, solo superado por el producto que ofrece Banco Pichincha.

Portugal ya se financia a precios de mercado. Así lo demostró en la primera emisión a largo plazo que realizó el pasado 8 de mayo desde que Europa rescatara al país en abril de 2011. Lo hizo pagando un 5,6 por ciento, solo 0,4 puntos porcentuales más del precio al que se encuentran estos bonos en el secundario -el lugar en el que cotizan los títulos una vez emitidos-, frente al 4,3 por ciento que ofrecen los españoles. Pero la renta fija lusa no es lo único que brinda más atractivo hoy en día, sus depósitos también lo hacen. Pese a la nueva bajada de interés que Espirito Santo realizó en su depósito a un año esta última semana, hasta el 3 por ciento, su oferta sigue como una de las más competitivas del mercado. Solo superado por Banco Pichincha, que brinda un 3,2 por ciento para importes que superen los 100.000 euros.

A priori, el ahorrador puede pensar que la rentabilidad que ofrece ahora Espirito Santo está muy alejada de lo que llegó a prometer hace un año, cuando ofrecía hasta un 4,44 por ciento. Por entonces, con el estigma de la intervención a Portugal presente, el banco luso llegó a reconocer que ni el rescate ni su pertenencia al Fondo de Garantía de Depósito (FDG) portugués generaron demasiados temores entre sus clientes. Ahora, disipadas algunas de las incertidumbres que se cernían sobre Portugal, el depósito a un año de Espirito Santo continúa líder en rentabilidad pese al último recorte efectuado por la entidad. Se trata de la tercera modificación que ha realizado en lo que va de año, y es que los altibajos en la rentabilidad del depósito al que pone imagen Cristiano Ronaldo explican a la perfección la guerra del depósito en España. Por ejemplo, si en enero ofrecía un 4,6 por ciento, el ajuste realizado por el resto del sector tras la recomendación del Banco de España de limitar la remuneración de sus depósitos hasta el 1,75 por ciento llevó a Espirito Santo a ajustar su interés hasta el 3,5 por ciento. En marzo lo volvió a revisar hasta el 3,2 por ciento y ahora, hasta el 3 por ciento.

Ocurre después de que el Banco Central Europeo (BCE) recortara el precio oficial del dinero hasta el 0,5 por ciento. Y los cambios en la política monetaria del BCE suelen implicar revisiones a la baja por parte de la banca a la remuneración que entrega por su pasivo. De hecho, OficinaDirecta y Deutsche Bank también han recortado los suyos.

Ahora, solo la oferta de otro banco extranjero adscrito al FGD español, Pichincha, dirigido sobre todo al público latinoamericano que vive en España, compite en interés con el luso. Un 3,2 por ciento a partir de los 100.000 euros.

Arriba, abajo

La filosofía de Espirito Santo, la de ajustarse al mercado sin perder su posición de liderazgo, explica que su depósito llegara a ofrecer un 4,84 por ciento a dos años en septiembre de 2011, la mayor retribución se ofreció a través de un plazo fijo en todo el año. Por entonces, ni siquiera la entrada en vigor en agosto del que se denominó Decreto Salgado, que buscó desincentivar la guerra del pasivo penalizando todas las imposiciones con remuneraciones superiores al euribor medio a 12 meses más cien puntos básicos, impidió que las entidades financieras igualaran las ofertas del portugués en la negociación individual con sus clientes. Sin embargo, solo unos meses después, la mayoría de entidades optó por bajar la retribución de su oferta comercial, hasta el punto de que la rentabilidad media del depósito a un año cayó en junio al nivel más bajo desde que empezó la crisis. De ahí que días después Espirito Santo también adaptase su remuneración hasta el 4,04 por ciento. Solo superado por Oficinadirecta -filial online de Popular-, que llegó a ofrecer un 4,25 por ciento ante la competencia que supuso el Tesoro, que incluso pagó un 5 por ciento por sus letras a un año.

El temor a una penalización se esfumó en septiembre, cuando el actual Ejecutivo anunció en su tercera reforma financiera la retirada el castigo a los superdepósitos para contrarrestar el auge que vivían los pagarés. Con la veda abierta de nuevo, solo un día después Popular se lanzó a modificar al alza la retribución de su depósito desde el 3,75 por ciento hasta el 4,25 por ciento. Y junto a él, Espirito Santo, que también disparó su artillería hasta dejar situado el listón por el pasivo en el 4,6 por ciento.

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