No hay mejor muestra de los frutos de la políticas monetarias de los bancos centrales que la oleada de emisiones a precios históricamente bajos que están cerrando las cotizadas españolas. Esta semana las compañías están sacando tajada del abaratamiento en los costes que supone una rebaja del tipo de interés oficial como la que llevó a cabo el Banco Central Europeo (BCE) y del dinero que ha salido a relucir desde que el Banco de Japón sacó su artillería.
A las colocaciones de Repsol, Banco Popular y Telefónica se sumó ayer Red Eléctrica, que impuso un nuevo récord de financiación con una emisión a seis años.
Red Eléctrica colocó 300 millones de euros a un coste nunca visto hasta el momento entre las grandes empresas españolas y consiguió que el cupón que percibirán los inversores se quedase en el 2,375 por ciento. La compañía solo se enfrentó a una prima de 150 puntos básicos sobre el tipo de referencia en el mercado (midswap), pagando una rentabilidad del 2,464 por ciento, ya que el precio de la emisión no fue por el valor nominal.
El coste que asumió ayer Red Eléctrica es muy inferior al de la primera colocación que cerró este año. En enero, desembolsó un cupón del 3,875 por ciento por bonos a nueve años y los inversores le exigieron un diferencial de 223 puntos básicos sobre el midswap. No obstante, esa emisión supuso un récord en ese vencimiento.
Ayer el grupo batió todas las marcas. Arrebató, por un lado, la medalla a seis años que se apuntó Telefónica el martes, con un cupón del 2,736 por ciento. Y, además, logró financiarse por debajo del precio que pagó Repsol, al que le reclamaron una prima de 155 puntos y cuyo cupón fue del 2,625 por ciento.
La demanda, de alrededor de 1.600 millones de euros, de nuevo tuvo gran procedencia extranjera, sobre todo de países como Francia, Reino Unido y Alemania. Casi un 90 por ciento de la emisión se colocó fuera de España.