Bolsa, mercados y cotizaciones

Intel ilusiona al mercado: la recuperación está ahí mismo

Intel sigue siendo una de las citas cruciales de cada temporada de resultados. Pese a lo que ha llovido desde los tiempos de la burbuja tecnológica y pese a los avances de AMD, lo cierto es que la mayoría de los ordenadores del mundo siguen calzando sus procesadores (¡hasta Apple se rindió al 'enemigo'!) y, en consecuencia, la evolución de Intel anuncia cómo les irá a los fabricantes de ordenadores, software, redes y, cada vez con mayor importancia, dispositivos móviles.

Ayer llegó esa cita tras el cierre del mercado, y dejó un sabor agridulce. Por un lado, los beneficios del primer trimestre fueron flojos sin paliativos: cayeron el 12% respecto al mismo período de 2007, hasta 1.440 millones de dólares, 25 centavos por acción, cuando el consenso esperaba 28 centavos. La compañía echó la culpa a un cargo de 4 centavos por acción destinado a reestructuración y amortización de activos.

Mejor salieron las ventas, que batieron ligeramente las expectativas al alcanzar 9.700 millones frente a los 9.650 que preveía el mercado. El margen bruto, una variable crítica en este negocio, cumplió las expectativas al situarse en el 53,8%. Pero la verdadera noticia positiva estuvo en las previsiones para el segundo trimestre: unas ventas de ente 9.000 y 9.600 millones (el punto medio de la banda está por encima de los 9.240 millones del consenso) y un margen bruto del 56% frente al 54,9% de las estimaciones de los analistas.

La contratación será en breve

El ABC de la bolsa nos dice que el mercado siempre mira al futuro y no al pasado, por lo que ayer se quedó con las previsiones en vez de con la decepción del primer trimestre. De ahí que el valor subiera con tanta fuerza en el 'after hours': en torno al 8%.

Pero hay mucho más que esta explicación tan simplista detrás del alza de Intel. El gigante de los chips está lanzando al mercado un mensaje muy contundente y muy positivo: lo peor de la contracción actual de la actividad se ha producido en el primer trimestre, es decir, ha quedado atrás. Y a partir de ahora llega ya la recuperación. De hecho, estamos ya en ella.

Hay que matizar que un altísimo porcentaje del negocio de Intel se genera fuera de EEUU, por lo que no se puede extrapolar su evolución al conjunto de la economía norteamericana. Pero, en todo caso, se trata de un soplo de optimismo: una contracción de un solo trimestre es un escenario bastante mejor del esperado.

Arranque de temporada

Y este optimismo llega además cuando más falta hacía, cuando más negro lo veían los inversores después de un arranque de la temporada de resultados muy decepcionante y a la vista de unos datos económicos que siguen sin mejorar y de unas materias primas que siguen sin ceder.

Finalmente, hay otra lectura más macroeconómica pero igualmente importante. El optimismo de Intel no responde sólo a la teórica recuperación de la economía, sino también a sus propios méritos. Así, la compañía insistió ayer en la importancia de su tecnología de fabricación de 45 nanómetros, que es el factor clave para que Intel haya recuperado terreno perdido frente a AMD. De hecho, su eterno rival anunció hace unas semanas que sus cuentas estarían por debajo de sus previsiones, así como el despido del 10% de su plantilla.


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